Capítulo XXXI: Ahora o Nunca.

172 21 13
                                    

Nuestro regreso a Eel había dejado más dudas que respuestas, por lo que no habíamos parado de trabajar en estas dos semanas. Tanto Nevra como yo le pedimos el favor personal a Miiko de que mandara a alguien de encubierto a Reessia para que cuidara de mis padres, pues no quería darles una preocupación adicional.

Además, y, como me lo esperaba, mis síntomas iban cada vez peor, pero mi abdomen no parecía haber aumentado de manera considerable como que para que iniciaran las sospechas. Después de todo, tenía dos meses de embarazo, así que era una moneda al aire sobre lo que me podía pasar.

Mi amiga me había ayudado con una medicación que controlaba mis náuseas hasta cierto punto, pero sabía que tampoco era mágica. Además de eso, me sentía bastante cansada todos los días, e incluso tras dormir durante bastantes horas, no era suficiente. Confiaba en Eweleïn y su es normal, tranquila cada que le preguntaba algo, pero me era cada vez más difícil el ocultarle a Nevra lo que estaba pasando conmigo.

Sí, lo amaba con todo mi corazón, pero sabía que tenerlo casi viviendo conmigo estaba jugando en mi contra. Tenía horarios para vomitar: cuando él trabajaba, en pocas palabras. Además, tenía que fingir que no estaba cansada, regresando a mi casa en cualquier hueco posible para dormir, incluso si sabía que no me serviría de nada. Nunca en la vida me había sentido tan agotada, y sumando a los malditos síntomas el caos usual de este mundo y la Guardia...

En serio esperaba que Nevra fuera lo suficientemente despistado para no darse cuenta, pero sentía que estaba siendo cada vez más obvia.

Hoy, por lo menos, tenía que hacer lo mejor por poner buena cara, pues el vampiro se le había ocurrido organizar una pequeña velada en la cantina para anunciar por fin y de manera oficial que estábamos comprometidos. Por más que me encantara decirles nos casaremos por la mañana, sabía que teníamos cosas más importantes que planear que una boda en este momento.

Para no levantar sospechas, Nevra me pidió que llegáramos separados, y, de esa manera, las personas pensarían que era más bien un anuncio personal más que de pareja. Lance obviamente ya sabía, y, al parecer, Valkyon y Ezarel estaban al tanto de sus intentos fallidos, mientras que Eweleïn y Karenn estaban al tanto de su intento en el baile porque ella le había dado consejos para escoger un anillo que realmente me gustara.

Al llegar al lugar, me encontré con más personas de las que me esperaba. Incluso había invitado a algunos reclutas de Sombra con los que éramos amigos, por lo que me imaginaba que quería ir en serio con su anuncio. A mí me había asignado mi asiento al lado de Eweleïn, por lo que me senté, esperando a que el vampiro llegara. No tardó demasiado en hacerlo, lo que me llamó la atención, es que mis padres venían detrás de él, y se sentaron en la misma mesa que yo.


—¿Y esa cara?— preguntó mi madre al notar mi mueca tan obvia.

—¿Le avisaron a Nevra que iban a estar aquí y a mí no?— pese a que no quería sonar celosa, fui tan obvia que mis padres rieron.

—Nevra nos mandó una carta pidiendo que apartáramos este día.— contestó mi padre. —Nos dijo que tenía una sorpresa para toda la gente cercana a él. Por un momento pensé que la sorpresa era referente a algo de ustedes, pero ya que estás entre los espectadores...— parecía algo decepcionado, y ahora fui yo quien se tragó la risa.

—Bueno, veamos.— le guiñé un ojo al vampiro, dándole luz verde para que comenzara.

—Antes que nada, quiero agradecerles por venir. Hay gente a la que ya les he avisado de esto por medio de un mensaje, y que en serio espero que puedan asistir cuando se llegue el día.— todos los miraban atentos, pero también un poco confundidos con sus palabras. —Ustedes saben que, sobre todo en este último año, he cambiado bastante. Tanto que la madre de mi novia parece tolerarme por fin.— a diferencia de otras ocasiones, mi mamá parecía divertida con sus comentarios.

Re;Start [Eldarya] (Re;Birth #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora