Capítulo 19.

80 9 2
                                    

Hay momentos en la vida qué, si yo no los hubiera vivido, no me lo creería jamás.

Uno de ellos, es la enorme seriedad que tuvo Abby al abrir la puerta de su apartamento, me había citado a las cuatro de la tarde con un: "Tenemos que hablar". Pensé lo peor, claro que, si, pensé que se había aburrido de mi o algo por el estilo.

Pero cuando entre y vi a su madre, padre y Máx, preferí mil veces que haya sido la primera opción, creo que es más llevadero eso, qu conocer a la familia de mi novia. Al menos, a Máx le caigo bien.

Los padres de Abby me miraron de arriba, abajo, y después sus ojos fueron a Abby, ella simplemente entrelazo nuestras manos y se mantuvo seria en todo momento. No se que tan mal pueda salir esto, pero la forma en la que ven a Abby, me hace saber que no será la mejor de todas.

Max tenía una mueca en sus labios, realmente no se veía muy cómodo con todo esto, hubiese pensado que era por mí, pero cada que nuestros ojos se encontraban me daba una sonrisa, tensa pero me sonreía.

Nadie decía nada y habían pasado unos cinco minutos desde que entre, estaba aterrada y estoy segura que Abby podía sentir el sudor de mis manos, pero ella solo se aferraba más a ella.

No era tranquilizador pero al menos sabía que estaba conmigo.

—¿Tu novia?—La madre de Abby habla finalmente, el tono despectivo que usa, sólo logra que mi novia se tense, más de lo que está—Abigail, por favor, esto es un estupidez.

—Sí, es mi novia.

—Esperaba algo mejor, siendo sincera—Me analiza por segunda vez.

Uy señora, mi mamá la escuchara.

—Tu siempre esperas más, aun cuando tienes todo, no me sorprende en lo absoluto—Abby tira de mi, para ponerme detrás de ella—Si se las presento, es porque quiero que sean conscientes de que mi vida, me conciernen solo a mí.

—Abigail, solo eres una niña, no sabes que quieres—La voz del padre suena más... Distante.

—Soy una niña solo cuando te conviene, para otras ocasiones, soy demasiado vieja para ti. Se lo que quiero, y lo que quiero es a ella en mi vida, lo que quiero es crecer con mi tienda y lo que quiero, es que dejen de controlar cada paso que doy porque no soy, ni seré como ustedes, no finjo felicidad, no finjo ser la niña perfecta, soy como soy y si así les gusto como hija, genial, y si no, creeanme, mucho no me importa.

No se si sentirme orgullosa o ponerme nerviosa, pero me pone feliz que les dé frente.

—No esperes a que aceptemos todo esto, Abigail.

—Nunca espero nada de ustedes, no se preocupen—Abby me mira y después el pasillo—Esperame en la habitación.

Aprieto mis labios, asiento lentamente y me volteo para irme hasta la habitación, me siento en la cama y juego con el borde de mi camiseta mientras espero, escucho como Abby eleva la voz y cierro los ojos.

¿Han sentido que son el principal problema de todo?, bueno, justo ahora me siento culpable de que ellos estén en discusión.

No esperaba a que me aceptarán, apenas esperaba que mi familia lo hiciera, pero tampoco creí que sería así, me refiero a que, ni siquiera hicieron el intento de conocerme. Parecen querer que sus hijos sean infelices a que felices.

Max entra a la habitación, soltando un suspiro, se sienta a mi lado y hace una mueca.

—Lamento que tenga que oír esto, le dije a Abby que era mala idea, de que ellos harían y dirían lo que fuera para acabar con la relación, pero es terca.

Bajo una tormenta. {✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora