🔥Eighteen🔥

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¿Cuánto tiempo había pasado desde que fue maldito con esos "Poderes"?
¿Unos días? ¿Unas semanas? ¿O había ya pasado un mes?
Cada momento de su vida no hacía más que mezclarse junto a todas sus experiencias pasadas, tan solo haciendo que se perdiera en la linea del tiempo que había creado.

Pero, fuera el tiempo que fuera, ya había cambiado su forma de ser.
Ahora la paranoia era tan grande que no podía pasar por multitudes sin sentirse enfermo, no podía siquiera empezar a imaginar lo que sentiría un gris que pasó toda su vida así.

Tan solo no podía estar al rededor de tanta gente, incluso si era necesario y no tenían manera de entrar a una estación de tren sin tener eso en mente.
Aún así, con la sensación de que todo el mundo los miraba, Argentina no pudo evitar soltar un quejido cansado y apoyarse contra su compañero... las nauseas eran tan grandes que apenas podía caminar.

- ¿Arge? - Chile trató de llamarlo y calmarlo, pero el chico estaba demasiado revuelto en su mente como para escucharlo

Chile comprendía por lo que pasaba, él podría estar en menos peligro pero estaba en peligro igual, la gente también lo observaba con sospecha por culpa de su llamativa cola y más de una vez en su vida habían tratado de reportarlo... antes no había problema, era molesto pero nunca terminaba como nada serio. Pero las cosas ahora habían cambiado, ahora tenía a Argentina y era complice por haber ocultado su existencia, solo necesitaban una sospecha para que todo acabara.
Pero claro que no podía decirle eso a su vecino, en su lugar lo rodeaba con el brazo por los hombros y lo apretaba más a su cuerpo usando su cola.

No podía calmarlo y no podía darle seguridad... pero sí podía darle todo el apoyo que tenía.

- U-Un túnel... - Señaló Argentina en un susurro débil por el terror

El chileno con velocidad miró hacia donde el argentino le decía, yendo a paso rápido hacia el lugar, pensando que quizá podrían pasar al carríl del otro lado ignorando aunque sea un poco a toda la gente que los rodeaba y les tiraba miradas de desconfianza.
Fue un dolor profundo cuando se encontraron con que la entrada estaba cerrada con candado.

Chile resopló con desilusión.

- Puta la wea... No pasa nada, podemos seguir por aquí, solo hay que rodear la estación - Dijo, no le gustaba el plan, pero era lo que debían hacer

- ... - El argentino, por otro lado, no pensaba volver con el resto de personas - Me niego a pasar por otro lado... nos están mirando - Murmuró enojado, sus ojos se cristalizaban por el cansancio

- Arge... es una reja con candado, no tenemo' manera de pasar sin importar cuanto queramos - El tricolor le recordó casi incrédulo por la actitud de su amigo

Pero Argentina hizo oídos sordos y miró a su alrededor... la gente estaba alejada, el túnel estaba levemente escondido y lejos de donde las personas solían pasar... tampoco había personal de la SF.E.D. u oficiales de la policía ni nadie que pudiera hacerles cualquier tipo de daño.
Así que... rápido recordó una de las únicas cosas que Suecia le había enseñado: Con un movimiento veloz que trataba de ser lo menos llamativo posible, creó un hilillo de fuego que pasó por la cerradura del candado y derritió el mecanismo, haciendo que se desbloqueé.

Don't Tell Them... - ChiArg-Where stories live. Discover now