Capítulo 4

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Siento mis ojos pesados, aunque no he pasado mala noche solo quiero seguir durmiendo todo el día. Sé que el lugar a mi lado se encuentra vacío y ese frio nuevamente recorre mi cuerpo.

Desde el día de nuestro matrimonio he vivido en una constante soledad ya que Jungkook nunca me ha permitido acércame, siempre huye cuando estamos en la misma habitación, por las noches solo lo siento llegar en silencio y ocupar su lugar en la cama y al despertar ese espacio siempre se encuentra vacío. Paso mis días en la biblioteca o en los jardines ya que son los únicos lugares que siento más parecidos a mi hogar, jamás pensé que viviría de esta manera y nunca me preparé para ser un cero a la izquierda en la vida de mi esposo.

Sigo caminando por los largos pasillos hasta llegar a las grandes puertas de mi lugar favorito, decido tomar un libro nuevo y dirigirme hacia el jardín que se encuentra frente al lugar donde Jungkook se la pasa encerrado todo el día, quizás y solo quizás pueda verlo así sea de lejos. No puedo negar mi amor por él desde el primer momento en que sus ojos se posaron en mí, la corriente eléctrica que pasó por todo mi cuerpo me dio a entender que él era el hombre para mí y que, aunque su manera de tratarme no es la que he querido, mis latidos son solo por y para él.

Me siento sobre aquel columpio que hay entre dos grandes árboles y me pierdo por el resto de la mañana entre aquellas letras que narran lo que a mí me gustaría vivir con Jungkook. Siento unos pasos acercarse y cuando levanto mi vista sus ojos negros se encuentran mirándome fijamente, mi cuerpo se tensa y solo puedo mantener la vista en aquellos orbes que siempre me hacen perder.

- es hora del almuerzo – y después me dio la espalda para alejarse tan silenciosamente como se acercó. Pasaron unos minutos antes de que reaccionara y entendiera que Jungkook me había dirigido por primera vez la palabra por decisión propia, una sonrisa apareció en mi rostro y caminé lo más rápido que pude para tratar de alcanzarlo, pero cuando entré al comedor él ya estaba sentado comiendo.

Me senté en mi lugar esperando alguna otra palabra por parte de él, pero nunca paso y mi ánimo volvió a decaer, de verdad pensé que había algún avance o que quizás ya empezaría a tenerme en cuenta, pero no, ni una sola palabra más, solo se levantó al terminar y se dirigió al mismo lugar de siempre. La tarde la pasé encerrada en la habitación ya que el poco buen humor que tenía se esfumó tan rápido como aprecio.

Unos ligeros golpes en la puerta me hicieron despertar de la ensoñación que estaba teniendo en ese momento mientras miraba por la ventana.

- pase – dije en voz baja aún sin dejar de ver por aquellos cristales.

- es hora de la cena – dijo aquella fina voz que se había vuelvo mi compañera desde que llegué al palacio.

- gracias Rosé, pero no tengo mucho apetito – le dije todavía mirando a la nada.

- pero mi señora, debe probar bocado y salir de este cuarto, usted no es así, ¿pasó algo hoy? – al sentir la preocupación en su voz decidí mirarla y una pequeña sonrisa apareció en mi rostro seguido de gruesas lágrimas.

- pensé que quizás él empezaba a entender que yo también hago parte de su vida – y el primer sollozo salió. Rosé se acercó para rodearme con sus brazos mientras mi cuerpo temblaba por el llanto que hizo presencia.

- oh mi señora, ese día ya llegará, por favor no pierda las esperanzas – y aunque quería creerle mi corazón gritaba de dolor al saber que Jungkook jamás me aceptaría y eso me hacía doler más todo el cuerpo porque sabia que él nunca me amaría como lo amo a él.

- oh mi señora, ese día ya llegará, por favor no pierda las esperanzas – y aunque quería creerle mi corazón gritaba de dolor al saber que Jungkook jamás me aceptaría y eso me hacía doler más todo el cuerpo porque sabia que él nunca me amaría como ...

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YCM

Dynasty ||Jeon Jungkook & Lalisa Manoban||Where stories live. Discover now