Shinji

60 7 0
                                    

El diario de Shinji y Asuka (13).

Estaba caminando a pasos apresurados sin saber que hacer ahora, me habían dicho que Asuka se había ido hace rato y que debía hablar con ella sin importar lo que sucediera.
Fue cuando llegué al departamento y me encontre con ella cerca del balcon. Te veías tan hermosa en el atardecer rojizo que combinaba junto a tu cabello, estabas de espaldas. Al parecer no te percataste de mi presencia o si lo hiciste pero ya no te importaba, me acerque con cuidado temiendo que pudieras reaccionar de una manera menos adecuada.
Me hablaste de manera seria y yo trate de mantener la calma, y explicarte lo que me habían dicho sobre ti. Me pediste con rudeza que te dejara en paz, pero no retrocedí.
Entonces vi algo terrible, tus nudillos ensangrentados eran negros con la sangre seca y sobresalían de tu cabello suelto. Fue en ese momento que no pude evitar preocuparme por tu situación, y tu trataste de escapar de mi. Pero yo fui muy rápido y tome tu muñeca, tratando de evitar que huyeras de nuevo.
Entre tantos forcejeos y empujones, al final terminamos cayendo al suelo siendo algo inevitable.
Me miraste a los ojos por un momento y estaban llenos de lágrimas, eran de esas lágrimas de desesperación y temor. Deje que te desahogaras, diciendo todo lo que llevabas adentro. Todo lo que habías guardado te había hecho sentir mal, y ahora lo liberabas como un gran torbellino emocional.
Yo me sentí culpable por no haberte ayudado anteriormente cuando tuviste esa batalla, contra ese ángel que invadió tu mente. Me sentía mal por ti, y no supe que decir. Luego tu me pediste que te prometiera que no te haría daño, y no supe que hacer para responder a eso. Aún así me senti obligado a hacerte ese promesa, yo no pude evitar llorar mientras me abrazabas con calma.
Un abrazo era tanto lo que necesitabas, era lo que tu alma había estado esperando por tanto tiempo. No se porque pero me sentí muy bien al abrazarte como si fuera la última vez, mi alma al parecer entendía lo que sentías. Nuestro dolor era el mismo, nos dañaron tanto que no sabemos como querer y apreciar a alguien. Pero no importa que tan dañado podría estar, despues de toda la tormenta siempre venía la calma. Y yo prefiero creer en ese dicho que muchos plantean como una paz y esperanza.

-Shinji Ikari.

El diario de Shinji y AsukaWhere stories live. Discover now