💚Eddtord ♥️

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Advertencia: Referencias al can1bal1sm0  secuestro, dolor, consentimiento dudoso

Era de mañana, sábado a principios de primavera, una época dónde la nieve se derrite dándole paso al despertar de las plantas y con ello el polen y las abejas, sin duda la mejor estación del año.

Eso pensaba Edd mientras preparaba el desayuno, la brisa fresca del día se filtraba por la ventana regalando le una agradable sensación refrescante, nada podía ser más perfecto o bueno,si podría, el británico volteó a ver ese cuarto asiento vacío desde hace meses... Cómo extrañaba ver al noruego allí.

¡Pero no debía desconcentrarse! Tenía que terminar de cocinar o si no tendría que estar pendiente de que Tom no queme la cocina o Matt cambie los lugares de los productos otra vez y el amante de la cola deba buscar dónde está todo otra vez.

Al terminar llamó a los chicos con un—¡EL DESAYUNO SE VA A ENFRIAR!—Con el rato sus dos compañeros Tom y Matt bajaron a desayunar y ni bien se sentaron ya Edd se retiraba a su habitación con su plato y jugo en las manos, los chicos no cuestionaron nada ya que el dibujante llevaba haciendo eso hace algunos meses, entendían su tristeza al tener que aceptar que Tord se había marchado a la gran ciudad y lo más probable es que no vaya a volver en años—es parte de las etapas de la perdida—pensaron.

Edd al ingresar cerró la puerta con seguro y colocó su plato con huevos y tocino en la mesita de noche, se dirigió al armario cerca de su laptop y lo abrió lento para después agacharse soltando un suspiro pesado.

—hey... Despierta Tordie—dijo con cariño acariciando los cabellos suaves y claros del noruego, Edd podía jurar que con solo removerlos un poco éstos podían esparcir el olor de su shampoo vainilla, claro, el noruego no tenía mucho de haber recibido un baño rápido por parte del británico, fué difícil ayudarlo a caminar debido a las piernas lastimadas del más bajo y la falta de sus dos brazos no ayudaba, Edd admitía haberse arrepentido en parte de quitarle sus lindos y pálidos brazos cuyo tono era tan claro que podía ver algunas de sus venas, extrañaría besar aquellos brazos y morderlos para dejar sus marcas de profundo amor así como sostener sus manos, aquellos dedos un tanto rasposos y fríos cómo los de un cadáver eran tan exquisitos de tocar y apretar, exquisitos hasta para morder.

Tord con lentitud y suspirando volteó a ver al británico y procedió a sonreírle un solo segundo de forma amarga y leve, sus ojos con ojeras reflejaban cansancio, en ellos ya no estaban el brillo y la mirada animada de la persona que solía ser, ahora tan solo era una sombra de todo aquello que lo caracterizaba, parecía muerto, pero no como la vez que fué un zombie, si no que parecía haberse quedado sin alma, con los ojos apagados y esperando a ser roto nuevamente, cómo una muñeca de trapo, una muñeca de la que ahora Edd y solo Edd era el dueño y tenía su vida entre sus manos.

Edd le devolvió una sonrisa cálida y lo levantó con cuidado para llevarlo a la cama, lo sentó allí y trajo el plato para comenzar a alimentarlo—te hice tu favorito hoy! Ayer te portaste muy bien y cómo lo prometí aquí está tu tocino—dijo casi en un susurro, Tord sonrió para luego abrir la boca y dejarse alimentar, era muy humillante pero en éstas circunstancias al más bajo ya le daba igual todo, si seguía respirando era porque Edd quería.

Al terminar se recuesta hacia Edd quién más que felíz lo abraza por la cintura, amaba esto, este momento con su chico, sólo ellos dos pasando un buen día en su habitación, abrazándose, compartiendo calor y besándose, de forma suave y cálida, Edd amaba ésos labios finos y suaves, tan suaves como dos almohadas, tan sabrosos al tacto que no podía resistirse a morderlos un poco para saborearlos mejor, el noruego en respuesta gimió bajo y se dejó con facilidad dejando al británico chupar su sangre y arrancar mini pedacitos de su carne.

Eddsworld one-shots smutOù les histoires vivent. Découvrez maintenant