/Capitulo 9/

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Estaba preparando el desayuno, no había ido a ver a Derian aún. Según su hermana Liv se estaba tomando un baño (gracias a Dios bañarse e ir al baño, sabe ir solo) lo que me dio una gran motivación esta mañana es que ahora avanzariamos más en los ámbitos de la escritura en Braille y tenía una idea mejor que aún no se lo comentaba a Derian.

En esta ocasión decidí cocinar un poco de puré de papa con ensalada de verduras, acompañado de aderezo mil islas y un licuado de fresa kiwi. La verdad me escupí las manos (no es literal) para realizar esta delicioso mini banquete. Ya acomodado todo en la mesa decido ir por el joven de jóvenes: Derian.

Toco la puerta, pero no oigo ninguna contestación, así que abro la puerta y me encuentro al joven sentado en la orilla de la cama, aseado, cambiado y se miraba con muy buena actitud.

- Vaya, pensé que nunca vendrías. Si que eres una tortuga. Replica Derian consumiendo una sonrisa.

- Cuál tortuga, si ya tengo todo listo joven Derian. A mí me dicen la tortuga veloz. Respondo con gracia.

- Muy bien tortuga veloz, ayudame a bajar. Responde Derian.

Mientras bajamos por la escalera, me acordé que deje hirviendo un poco de agua, para hacerme una taza de te de hierbabuena, ya que por comer algunos pedazos (bueno bastantes) de pizza traía algo indispuesto el estómago.

Dejo rápidamente a Derian cerca de la silla, para que él mismo tomada asiento. En eso veo que el agua se me esfumó de la cazuela (que cosas no, queme el agua) así que apagó la estufa y decido hacerle compañía al señor D, mientras desayuna.

- Oye D, quería saber si ya estás preparado para empezar la clase de escritura braille y de empezar a usar el bastón como habíamos quedado. Lo digo con la forma más amable y risueña del mundo, porque aparte que mi alumno aquí presente aparte de amargado es un sentidito.

- Creo que las clases van ser rápidas.

- ¡Cómo que rápidas!

- La verdad ya tengo experiencia en ello, solo que me rehuso a usarlo, pero como hice una promesa, soy hombre de palabra.

- Si pensabas que me iba enojar, al contrario, me quitas un gran trabajo de introducción, entonces solo practicaremos. Y espero que si seas un hombre de palabra, porque si no te daré a golpes con el bastón. Respondo de manera sarcástica, mientras me río.

En eso el joven D, empezar a tomar su batido de kiwi-fresa con ganas. Eso me puso muy feliz, ya que eso demostraba que no era tan mala para cocinar.

- Oye ¿Le pusiste kiwi al batido?

- Si, por. Las vi en refrigerador y me dije por qué no hacerlo.

- Es que soy alérgico al Kiwi. Responde Derian ya carraspeando.

- Que ¡por qué no me dijiste!

En ese momento sus ojos se estaban desapareciendo, porque su cara se empezó a hinchar y poner roja, me acordé del capítulo de Malcolm del medio, cuando Malcolm se limpio la cara con hierba venenosa.

Rápidamente tome las llaves, mi mochila y claro me lleve al Derian. Lo subo al asiento del copiloto y me voy rápidamente al hospital. Iba con el miedo de hacerle un rayon al auto de la señora flowers o peor aún que su hijo se ponga peor.

Al llegar por la entrada de urgencias, voy directo a abrirle la puerta.

- Vamos Derian. Digo, en ese momento me acordé de su condición (tonta Nat). Lo tomo de la mano, pero al bajarse se cae al piso, lo llevaba arrastrando (la verdad con los nervios, me quería dar un ataque de risa). Pero en ese momento se pone de pie rápidamente.

- Vaya, quieres matarme.

- Vamos apúrate, aquí está una enfermera.

Gracias a Dios todavía podía hablar, así que la enfermera al vernos actuo de forma rápida. Pero lo que me llamo la atención es que lo nombro por su nombre.

- Que bueno que tragiste a Derian a tiempo. En un momento le pondremos una inyección y estará como nuevo. Quédate un momento aquí en la sala de espera. Me dice la enfermera.

- Muy bien, gracias. Respondo aliviada.

Pasaron unos 15 minutos, cuando la enfermera me dice que puedo pasar a ver al chico cara de tomate. Al entrar ya se miraba normal, solo que teníamos que esperar un poco más. En eso me siento enseguida de él, para empezar un tema de conversación.

- Bueno, ya aprendí que eres alérgico al Kiwi. Menciono para romper el hielo.

****

Cuando por fin lo dieron de alta, nos dirigimos al auto, estaba algo pesado el ambiente.

- Enserio, una gran disculpa.

- No te preocupes, son cosas que pasan.

- Gracias, ahorita ya nos iremos a casa para que descanses un poco.

- La verdad, no tengo ganas de ir a casa.

Me quedo totalmente paralizada al escuchar eso.

- ¿Cómo?

- Ya estamos afuera, que tal si vamos a que nos de algo de aire fresco. Tu elige el lugar. Responde Derian.

- Bueno está bien. Mientras enciendo el auto. Mi mente solo podía pensar en un lugar en ese momento.

Conduje hasta un lugar que en mis vagos recuerdos me traía tranquilidad en mis escasas vacaciones cuando la mini yo visitaba a mi padre.

Lo que recuerdo es un gran parque, lleno de árboles y césped totalmente verdes. Y el lago era de un color azul cielo,además en el pasto salían muchas flores pequeñas de muchos colores. Pero lo que más amaba de ese lugar era la banca de color blanco que queraba enfrente del lago y aún lado de los juegos para niños. Ese lugar me traía mucha tranquilidad y me sentía realmente feliz.

Gracias por leer mi pequeña historia 🫶🏻

~El Tornasol De Tus Ojos~ [EMISIÓN]Where stories live. Discover now