❛El Farsante❜

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   El acalorado encuentro que se concebió en la tierra hizo que el mismo Diyu temblara, los animales se escondieron en sus cuevas, los pájaros en sus nidos, ningún dios o inmortal, ni en el cielo ni en el inframundo, fua capaz de parar la pelea entre ambos peregrinos quienes no se detenían ante ninguna deidad.

   Wukong había recibido un golpe particularmente fuerte que lo habia echo impactar contra varias montañas creando huecos dado a la fuerza del choque, aterrizando de espaldas contra el suelo. Limpio el costado de su boca, una pequeña pero profunda cortada se había producido en su labio superior y empezaba a sangrar. Miró las pequeñas gotas de sangre en el dorso de su mano por un momento antes de rodar hacia su costado derecho justo en el momento en el cual su atacante se lanzaba sobre él y rompía el suelo, formando grietas con su puño. El polvo se elevó y Wukong pudo apreciar como unas pupilas violeta lo miraba desde dentro de la neblina de tierra.

   Una vez la neblina se disipó, la figura caminó hacia Wukong quien no tardaba en ponerse de pie. El Gran Sabio entrecerró los ojos al verse a si mismo emerger desde la neblina de tierra y se lanzaba sobre él. Paró el golpe del bastón de su doble con el suyo propio y gruñó mientras una sonrisa molesta se posaba en su rostro.

   La persona delante de él era idéntica a sí mismo; tenía la misma cantidad de cabellos, poros, lunares e imperfecciones, la misma cantidad de hilos en la ropa, la misma maldita corona de oro que estaba hundida a la misma profundidad en su cabeza, era como verse al espejo, solo que su reflejo estaba tratando de asesinarlo y mantenía la misma fuerza y poder (quizá más) que él.

   Wukong pateó la rodilla de su reflejo liberando su bastón, lo alzó sobre su cabeza y lo dejó caer con toda su fuerza sobre el farsante. El bastón cortó el aire, mienteas gotas de sangre pintaban el suelo.

   Ambos quedaron en un silencio jadeante, el farsante llevó una mano a su ojo derecho, donde sentía que algo húmedo se escapaba de este.

   Posó dos dedos debajo del susodicho y colocó su mano en su foco de visión, la sangre manchaba sus dígitos. Wukong se maldijo a sí mismo, su reflejo había logrado esquivar el golpe y el filo redondo del bastón había echo un pequeño corte justo encima del pómulo.  Aunque podría usarlo a su favor, ya que ahora había algo que los distinguía a ambos.

— ¿Qué ocurre, Faker? — el original sonríe — Prometo que esa no va a ser la única cicatriz por la cual tendrás que preocuparte. —Wukong hizo su bastón más grande y este tomó el grosor de un tazón de fideos.

   El farsante colocó un pulgar en su lengua, y lo dirigió hacia el corte, haciendo que se cierre sin dejar una sola marca.

— Ugh, eso es asqueroso. . . — Wukong hace una mueca de disgusto.

   Las pupilas violetas de su espejo cambian e imitan las suyas nuevamente, pareciendo rubíes en medio del desierto.

Voy a encargarme de borrar esa sonrisa fanfarrona de tu rostro. — El farsante hizo girar su bastón, uno igual al de Wukong, con una velocidad difícil de manejar y se lanzó hacia el original quien esquivó sus golpes a medias.

   La pelea se postergó durante horas hasta que subieron hacia el cielo nuevamente, Guanyin detuvo su pelea y llamó al gran patriarca Budista. Nada hasta hora había podido identificar al Sun Wukong real del farsante y al presentarse Tathāgata frente al par de monos ellos echaron la cabeza a tierra en forma de respeto.

— ¿A que se debe tanto alboroto? — Tathāgata se mostraba calmado a pesar de haber sentido toda la destrucción causada por el dúo.

   Ambos monos hablaron a la par, sus palabras perfectamente coordinadas al igual que sus movimientos y expresiones.

Two Monkeys Are Better Than One [Lmk AU]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ