❛El príncipe ❜

984 131 17
                                    

   Sobre las alturas del reino celestial, desde el castillo hasta el jardín privado del Emperador de Jade, desde la torre mas alta de vigilancia hasta el mas bajo nivel de nubosa recubierta de fina baldosa dorada forjada con diamantes blancos brillando como estrellas sobre el manto celeste, volaba una pequeña ave. Sus plumas coloridas marrones, similares a las de un Gorrión, con la punta pintada en una mezcla de bordó y ciruela, surcaba los aires con gracia y belleza. Sus plumas caían con fervor en una dulce danza delicada mientras alteaba hacia su destino.

   A la distancia, pudo divisar a un joven príncipe paseándose por los jardines de amuletos. Las flores que crecían allí no podrían ser más importantes, quien tenía la suerte de poseer una de esas bellezas en su mortalidad no pasaría por ninguna desgracia.

   El príncipe llevaba un peinado inusual, dos moños sobre su azabache mediano y cintas colgando de ambas, su armadura brillaba cual reflejo en agua cristalina. Su cara estaba pintada con lineas rojas, dos rasguños pintorescos sobre ambas mejillas y un símbolo sobre la frente.

   El pájaro agudizó la vista y se dirigió hacia el hombro del príncipe quien no notó su presencia hasta que estuvo sobre su hombro.

— Ah, pero que sorpresa. — Se dijo a sí mismo mientras volteaba a ver a la exótica ave. — Es raro encontrar pájaros sobrevolando las nubes. — Pasó su dedo sobre el pecho del ave desordenando sus plumas, sonando sarcástico.

   El pájaro acomodó sus plumas debajo de su ala, se limpió el pico y las garras antes de mutar. Cambió su forma con un brillo cegador, las plumas explotaron volando por todos lados antes de transformarse en mechones de pelo negro que caían ondeando como hojas en otoño.

   Tomó la forma de un mamífero creciendo unos cuantos pies más de altura, su cuerpo se cubrió de pelo, dos piernas asomaron bajando y enredando el cuello del joven príncipe mientras dos manos se aferraban a su cabello, una cola larga y peluda ondeando en el aire. Pronto, el tercer príncipe de loto, Nezha, tenía a un mono sobre su espalda siendo cargado como un niño pequeño.

— Siempre es un gusto verte Nezha, ¡Sabía que estarías aquí! — Comentó el simio alegre, con los ojos entrecerrados y la quijada apretada en una sonrisa de colmillos filosos.

   Nezha negó suavemente riendo entre dientes, la cola inigualable del mono se agitaba con júbilo detrás de sí, azotando contra la espalda baja del príncipe.

   MinKuan y Nezha se habían conocido hace tiempo atrás, el mono era discípulo de la diosa Guaying a la par de Moksha, el hermano mayor de Nezha. Al inicio el tercer príncipe se puso en guardia, ya había tenido malas experiencias con Wukong y no le permitiría a esta pobre imitación del Gran Sabio tomar ventaja si se atrevía a lastimar a su hermano u a la bodistavha. Sin embargo se percató de que Minkuan actuaba mas como un escucha tranquilo y paciente, lo cual era algo obvio debido a la inusual capacidad de seis orejas que poseía el animal.

   Nezha había descubierto que casi nada podía alterar al primate y se llevó una cálida sorpresa cuando lo descubrió tomando confianza con él. El macaco de seis orejas era caracterizado por ser un ser casi omnipresente, pero solía ponerse de buen humor cuando alguien se ofrecía a escucharlo, por eso no fue ninguna sorpresa cuando el príncipe se vio con un mono sobre su hombro; gorjeando, charlando, parloteando como un loro suelto y jugando con su cabello de vez en cuando mientras divaga sobre sus enseñanzas con la diosa. Nezha era feliz de escuchar.

   Solo había un tema que ambos no podían tratar. Un tema que volvía a Minkuan histérico y que cegaba sus ojos con una ira incontrolable.

   Sun Wukong.

   Nezha se percató rápidamente de que el mono negro odiaba con su alma al mono de piedra. No había preguntado por que, el nombre había sido mencionado un par de ocasiones y el odio filtrándose por las palabras de Minkuan le dieron la fuerte indirecta de no cuestionar al respecto. Quiero decir, no es como que a Nezha le importara o cayera bien el Gran Sabio como para interesarse sobre él y por que este mono de Seis preciosas orejas estaba tan molesto.

Two Monkeys Are Better Than One [Lmk AU]Where stories live. Discover now