Prólogo

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Siempre dicen que cuando eres joven tienes toda la vida por delante, que las puertas a grandes oportunidades están abiertas para ti en cualquier momento. Eso es algo en lo que Dylan creyó durante años. Que algún día, cruzaría una de esas puertas y vería una de esas grandes oportunidades delante suyo.

Todo eso se esfumó cuando cumplió los dieciséis. Cuando todas esas puertas se cerraron en un abrir y cerrar de ojos. Todo por haber hecho lo que muchos considerarían lo correcto, independientemente de lo que digan las "autoridades". No se arrepintió cuando lo hizo, y no lo haría jamás.

Su padre y hermano siempre fueron buenos policías, inculcando sus enseñanzas y valores en él. Siempre creyó en ellos.

Pero ya no más.

Y estaba seguro de que ellos tampoco lo hacían ahora. Pudo verlo en la mirada distante y entristecida de su padre, junto a la de su hermano.

Sus ojos recorrieron el gran salón de la corte criminal, viendo a todos los presentes mirándolo, algunos con tristeza y otros con juicio. Podía sentir los ojos del jurado sobre él. Si lo hacían para ver algún tipo de atisbo de remordimiento o regocijo en su expresión no lo sabía, ni le importaba en lo más mínimo.

La voz gruesa y ronca del juez rompió el silencio en el lugar. - Por el cargo de homicidio en primer grado, ¿cómo encuentran al acusado?

La respuesta no tardó en llegar. - Por el cargo de homicidio en primer grado, encontramos al acusado, Dylan Morgan Baker: Culpable.

El juez asintió con firmeza y dirigió su mirada hacia él. - Dylan Baker, se le encuentra culpable del homicidio en primer grado de Haniel Rothson y, por lo tanto, se le debería de imponer una sentencia de veinticinco años por ello. - respondió el juez. - Sin embargo, devido a que no tiene antecedentes y es menor de edad, además de haberse entregado por su propia cuenta, se le condenará a prisión preventiva en el Reformatorio Estatal de Lincoln hasta que cumpla los veintiuno, luego será evaluado psicologicamente por un especialista para determinar su estado mental y pasará otros tres años más bajo arresto domiciliario obligatorio. Se levanta la sesión. - golpeó su martillo contra el escritorio y terminó, sentenciando su condena.

No dijo nada cuando lo levantaron de su asiento y lo sacaron de la corte, no lo hizo cuando salieron a las calles y los reporteros lo bombardearon con preguntas, tampoco dijo nada cuando lo subieron al autobús penitenciario. Y finalmente, no dijo nada cuando vio a su padre y hermano mirarlo desde el otro lado de la calle. Simplemente se mantuvo callado, sin decir una sola palabra.

Esta es una historia en la que he estado trabajando durante medio año, espero que les guste.

Advertencia ⚠⚠️⚠

Me inspiré en la saga de cómics de "The Crossed" para escribir esta historia, por lo que contiene escenas y descripciones gráficas de violencia, abuso, asesinato, pensamientos suicidas, etc. Básicamente todo lo que a la mayoría de jóvenes post milenials les ha pasado o han considerado hacer (En mi caso fue lo de pensamientos suicidas 😉😉😉)

Así que si no ni te gustan estas cosas estas advertido.

¡Sin más siéntate, relájate y disfruta de esta historia salida de mi enferma, perturbada e hipopotomonstrosesquipedaliofobica mente retorcida!

¡Sin más siéntate, relájate y disfruta de esta historia salida de mi enferma, perturbada e hipopotomonstrosesquipedaliofobica mente retorcida!

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¡Ahora comprendo la historia del gato con botas! 😅😅😅

Darkness Days The PlagueWhere stories live. Discover now