-Otro tipo de nervios..🧡- Camilo Madrigal.

Parte 3.

—Un cálido aire a Casa.—

Era mañana del Martes en el que _____ había "quedado" con Camilo para visitar su casa, ella solo había prometido a su abuelo ayudarlo con unas recetas antes de salir.

—Y.. ¿A que hora regresas?— pregunto don Enrique sacando la primera orden del horno.

—Honestamente, no lo sé, ni se cuando acepte la salida.— le respondió _____ con una corta risa.

—Sabes, creo que es bueno salgas así, te estas adaptando mejor que Oscar al menos, solo espero vuelvas temprano de tu cita. — en ese momento, la charola con el pan se azoto con la mesa.

—Mie- miércoles..— exclamó _____ en pánico, sus manos se quemaron con la charola. —No es una cita.

—¡_____! ¿Y tus guantes?— el dijo en apuro, levantándose en busca de 'algo'. —Te he dicho tengas cuidado al trabajar con cosas calientes, mija.

—No es cita.— exclamó en dolor _____, presionado su mano contra su larga falda.

—Está bien, ¡no es cita!— dijo el señor Enrique regresando con un trapo húmedo en manos. —No encontré Arepas pero de seguro Julieta tiene..

—¿Quien changos es Julieta..?— suspiro con dificultad.

—Es la tía de tu amigo, cuando llegues a Casita, trata de comer algo.— ordeno Don Enrique tomando las manos de su nieta con gentileza.

¿Eso que importaba? Cuestionó para si misma _____, hay comidas buenas pero dudaba para que servían cuando tenía marcas rojas y un fuerte ardor en sus dedos.

Las horas pasaron y sus manos se sentían mejor, sintió que era momento de ir con Camilo, no habían establecido la hora exacta de su salida, el muchacho solo dijo "en la tarde".

Tardo un poco _____, pero por fin encontró una gigante y colorida casa con flores y un arcoíris posicionado justo encima.

Raro lugar pero lindo.

_____ se acercó para tocar la puerta pero esta se abrió antes de hacer contacto alguno.

Aunque no había alguien detrás la entrada.

_____seguía recordándose a sí misma que en Encanto, la magia era común, la acción de la casa la tomó como una invitación para osar, pero en cuanto colocó un pie sobre el suelo, las tablillas la movieron hasta llegar a una cocina.

—¡_____! Llegas temprano.—exclamó una joven de cabello largo, acercándose con una sonrisa.

—Ah..hola.— contestó confundida. —¿La conozco?—

—Ah, cierto.— dijo la chica intercambiando su lacio pelo por rizos, volviéndose un chico un poco más bajito.

Era Camilo.

—Nunca me voy a acostumbrar a eso.— dijo ______.

—Ya te acostumbrarás, ¿pues estarás cuanto tiempo aquí?— aprovecho para volver preguntar el pecoso.

—¿Tanto me quieres fuera del pueblo?— bromeo como respuesta, recibiendo un gesto divertido del chico. —La verdad no se hasta cuando estaré aquí.—

—Por fin contestas bien.— sonrió el chico. —Bueno, a lo que viniste, vamos a ver a la vela.

—No me empujes.— quejo _____.

Camilo jaló a la chica hasta llegar a la cima de una escalera, frente a una ventana en la que reposaba una vela blanca.

—¿Está cosa ha vivido más que yo?— cuestionó _____ acercándose con Camilo.