¡Reverse Poseidón!

#2

En una de las seis puntas más altas del Olimpo, entre enormes paredes blancas pero lúgubres estructuras se encuentra situado un hermoso pero enorme jardín donde habitan las más bellas flores de tonalidades increibles pero llamativas, en el centró de aquel paraíso se encuentra una deidad que reposa sobre el pasto húmedo mientras a sus costados hay dos deidades más.

──Cloris, ¿podrías dejar de hacer la presencia de las flores tan abundante?, hay demasiadas── Mencionó la deidad, viendo con bastante seriedad a la dama de cabellos rosados que se paseaba por el sitió, apareciendo más flores por donde cruzaba

──Poseidón me dijo que lo hiciera, Eolo...¡no seas tan amargado!── Menciona aquella dama mientras corre emocionada, ignorando el enojó del hombre de hebras blancas

──¡Flor de los mares!, no creó que sea buena idea darle esa libertad a Cloris, sus flores pueden llegar a ser muy invasivas── Acusó a la pelirosada como si fuese un niño, acercándose al rubio quién se centraba en admirar una flor blanca que portaba en sus manos.

──Eolo, no te preocupes tanto por eso...¿sí?, las flores nunca serán lo suficientemente invasivas para mí── Miró al albino con esa expresión que le caracteriza, se levantó un poco y colocó aquella flor en el cabello del otro, sonrió dulcemente al notar su confusión debido a que le pareció adorable ──Te ves muy lindo así, deberías usar más flores en tu peinado.

Poseidón acarició su mejilla izquierda con el cuidado que merece aunque después de unos segundos se alejó de él y le dio la espalda, comenzando a caminar a una dirección distinta en el jardín, dejando atrás al hombre albino que estaba sufriendo de un sonrojo furioso que invadía completamente sus pómulos

──Oh, parece que le gusta algo de tí── Mencionó Cloris quien estaba a su lado, asustando y molestando a Eolo

──¡Callate tonta!, sabemos bien que él está casado

──Vamos Eol, todos aquí están concientes que el matrimonio entre Anfi y Posei fue una forma tonta de controlar a Anfitrite.

──Nosotros no somos quien para dictaminar tal cosa

──O me dejaras mentir?, Poseidón no se ve muy feliz con su esposo

──Ahora que lo dices...── Miró al rubió, quién se encuentra oliendo un par de lirios, se ve tan hermoso pero su mirada se siente triste ──Solo lo noto sonreír cuando está aquí...

──Ustedes dos.

Una tercera voz resuena en medio del silenció, haciendo voltear a ambos dioses quienes rápidamente tiemblan al notar de quien se trata

──Háganse a un lado.

Cloris es quien reacciona y asiente, aparta a Eolo y a ella a su vez, dejando pasar a la imponente guerrera quien se acerca a Poseidón hasta quedar a su costado

La sombra que genera le llama la atención al rubió y mira a la recién llegada, la admira con curiosidad pero rápidamente le demuestra una mirada del más puro cariño

──Atenea, es bueno verte por mi jardín, ¿quieres tomar algo?, tengo té, agua, ambrosía y ca-

──¿Qué pretendes?── Sus palabras son interrumpidas cuando habla la castaña, notándose de todo menos feliz

──Eh?...

──No te hagas tonto, ¿qué es lo que tanto planeas?

──¿Planeó?, no planeó nada...solo te invite una bebida pero si no quieres no pasa nada, no seas grosera por favor

──Ayudaste a esa Valkyrie, ¿crees que no lo sé?...le mostrarte algo que no debiste── La expresión de Poseidón se puso sería, se sentía la tensión entre ambos

──No se de que me hablas.

──Le mostraste el Völundr a esa tonta Valkyrie...eres un traidor── Atenea acercó su mano hacía su lanza la cual estaba a su costado, alarmando a Eolo y Cloris

──¿Vas a matarme por eso?...¿vas a matarme por no abandonar a los humanos?, si a eso consideras traición, matame ahora── Una guerra de miradas se desató entre ambos

Después de unos minutos, Atenea se apartó de él y comenzó a caminar hacía la salida del jardín, antes de retirarse dijo;

──Mas te vale no ayudar más, no quiero matarte.

Y se retiró, dejando a Poseidón confundido aunque no tuvo tiempo de pensar debido a que ambos dioses se lanzaron a abrazarlo, tomándolo por sorpresa y provocando que casi cayera pero no les reclamo, no lo hizo al notar con sus cuerpos temblaban al aferrarse a él

──Esta bien, estoy bien...¿sí?, volvamos a cuidar de las plantas

Miró a ambos y estos asintieron con los ojos inyectados en lágrimas, el rubió sonrió gentilmente para proceder a acariciar sus cabezas

Buenas noches, espero que hayan tenido una feliz Navidad
Les traigo una nueva portada y separadores, ¿qué les parecieron?, a mí me gustaron mucho