Los secretos de Dante

14.Alina

Alina

Me recosté en el sofá y Dexter levantó mis pies para sentarse junto a mi.

—¿Y ahora que sigue?—pregunto mientras me quitaba los zapatos y comenzaba a sobarme los pies.

Cerré los ojos y negué con la cabeza.

—No lo sé. —dije y él suspiro.

—Odio a tu jefa, mira que mandarte hacer el trabajo sucio. —al ver qué no respondía siguió con el interrogatorio.

—¿Tu relación con Dante sigue igual que antes? — quería decirle que estaba peor, que lo había besado y que todo se había ido al carajo, pero eso no me iba hacer sentir mejor.

Así que solo asentí.

—Nunca hubo una relación entre nosotros. —Dexter se levantó del sillón rápidamente.

—¿Te gusta?—pregunto y negué con la cabeza.

—¡Estás loco! ¿Porqué me iba a gustar Dante? Es un completo idiota que le gusta jugar con los sentimientos de las mujeres, además está comprometido ¿Recuerdas?

Dexter asintió.

—No logró entender bien las cosas Lina, todo es muy complicado, me siento como si estuviera atrapado en un drama coreano en donde yo soy el personaje secundario.

Negué con la cabeza.

—¿Que estás viendo ahora? —se acomodo en el sofa frente a mi y sonrió.

Es el de una secretaria que está apunto de dejar de trabajar con su jefe entonces esté hace lo imposible para que ella no lo deje y termina proponiéndole matrimonio. —negue con la cabeza.

—¿Que no se supone que en el hospital no puedes ver esas cosas?—asintió con la cabeza.

—¡Claro que no lo puedes ver! Pero hay momentos en donde no hay nada que hacer y los uso en cosas productivas.

—¿Ver novelas coreanas es muy productivo?—Dexter me lanzó una almohada.

—¡Claro que sí! El ver novelas coreanas te ayuda a ver de una manera diferente la vida, te ayuda a superar tus expectativas. Y no conformarte con cualquier cosa.

—¿Y por eso no tienes novia? —asintió.

—Así es. —estaba planeando en decirle un insulto, pero entonces se me ocurrió una mejor idea.

—¿Oye y en tus novelas alguna protagonista esconde un secreto?

—Si, muchos.—dijo y sonreí.

—¿Y cómo hace el otro protagonista para descubrirlo? —me acomode en el sillón y Dexter comenzó a pensar.

—Bueno lo primero que hace es seguirlo, saber cada paso que da, cada movimiento quehacer está fríamente calculado, lo segundo es no mostrar interés en la persona, dejar que él o ella piense que es cosa del pasado y el más importante de todos es tener un plan antes de actuar. Ya que si no hace eso las cosas pueden salir mal. —tenía todo lo que él había mencionado.

Menos un plan de ataque ¿Cómo sabría de los negocios de Dante si aún siendo su secretaria me restringía cosas?

Y entonces tocaron la puerta. Dexter se levantó del sillón y fue a abrir.

—¿Si? —respondió una vez que llegó.

—Necesito ver a Alina, es algo importante. — volteó a verme y asentí. Así que dejó entrar a Dante.

—Disculpa que te moleste en domingo por la noche, pero he marcado a tu teléfono y me manda a buzón.

Debía ir de viaje mañana a primera hora. Me levanté rápidamente y al hacerlo me arrepentí.

Llevaba puesto solamente unos boxer de conejo y una blusa corta blanca.

Quería cubrirme, pero era demasiado tarde. Aunque Dexter fue más rápido que yo y me lanzó una bata.

—¿A primera hora?—decía mientras me cubría, Dante se a claro la garganta y asintió.

—¿Viste las noticias?

—Dimitri Hughes nuestro cliente ha sido raptado y en Sheffield lo están buscando. Sé cree que la familia biológica tiene la culpa.

Y según mis fuentes el padre biológico es uno de los mafiosos más importantes de Europa.

Debemos cuidar que nadie lo vilcule con ellos o buscar pruebas de que el no está al tanto de la situación de su familia.

Intente comunicarme con su familia y nadie sabe nada, aunque lo sepan no nos lo dirán ya que tienen miedo.

Así que nosotros debemos ir a preparar todo. Asentí con la cabeza y voltee a ver a Dexter.

—¿Amor tienes algún problema? —el negó con la cabeza aunque parecía bastante entretenido con la plática.

—No cariño, confío en ti y sé que harás un gran trabajo.

—De acuerdo entonces. Preparo la maleta. —dije y Dante asintió y salió de nuestro departamento Dexter volteó a verme con una sonrisa en los labios.

—Esto es más emocionante que un drama.