9

360 34 7
                                    


En dos días la relación de Robert y Guillermo se había hecho más fuerte, habían pasado esos dos días pegados como chicles, incluso está cercanía ocasiono que comenzarán a circular fotos tomadas y publicadas por las personas que les veían. La más reciente y popular era una donde se despedían con un abrazo después de que el polaco le llevará hasta el estadio donde la selección mexicana se pelearía un lugar en los octavos de final contra Arabia Saudita, todas las redes sociales estaban llenas de aquella foto, con comentarios de fanáticos muriéndose de amor por el acto de Lewandowski, el cual también tenía un partido al mismo tiempo que Memo.

Para mala suerte de los polacos, Lionel había visto todos los posts, cada una de las fotos donde ambos hombres se veían muy unidos, cada comentario de personas emparejando a su Memo con un estupido que acababa de llegar a sus vidas.

Estaba molesto, pero ¿Con qué huevos lo podía estar? Si esa misma mañana le había pedido a Cristiano otra oportunidad, y además él estaba en el estadio en ese momento, con todas las ganas de apoyarle. Sabía que la había cagado mucho al pedirle eso, pero en ese momento no pensaba del todo bien, estaba cegado por la rabia, queriendo estar con alguien para demostrarle a Memo que no le importaba lo que tuviera con Lewandowski.

— ¡Leo! — Grito el dibu al notar que el otro no estaba prestando atención de nada — ¿En qué pensas tarado? Hace como cinco minutos que tuvimos que salir —

Lionel reaccionó e inmediatamente se levantó de la banca, saliendo del vestuario totalmente desorientado.

































Después de un montón de disputas entre Lewandowski y Lionel, los cuales demostraban cada que podían lo mal que se llevaban, cometiendo faltas contra el otro como si no hubiera un mañana, el partido terminó, y argentina quedó como ganador.

Lewandowski se acercó corriendo a Lionel e intento tomarlo por el brazo, siendo empujado con cierto odio por el argentino.

— No me toques pelotudo — Dijo por impulso y comenzó a alejarse del delantero del equipo contrario, el cual sin importarle su evidente enojo siguió yendo detras de él.

— Eliminaron a México, Lionel — Aquellas palabras le hicieron detenerse en seco, volteando inmediatamente a mirar al más alto — Básicamente, los eliminaste, gracias por fallar ese penal —

El corazón de Messi se encontraba latiendo con fuerza, ¿En verdad así iba a terminar todo con Memo? Era el último mundial de ambos, la última oportunidad que tenían, lo única esperanza que les quedaba ¿Y hasta ahí había llegado?

— ¿Y eso qué tiene que ver conmigo? — Respondió fingiendo desinterés

— Pensé que todo era capricho de Cristiano para estar contigo, pero parece que no te importa en nada Guillermo, lo cual me parece excelente hermano — Dio una palmada suave en el hombro de este y se fue, había quedado de verse con Memo cuando terminaran los partidos.

Aquellas palabras confundieron a Lionel, ¿Qué era eso de "capricho para estar contigo"? ¿Qué tenía que ver Cris en todo eso acaso?

— Este tarado solo me quiere joder la mente —

Soltó un suspiro y comenzó a caminar tan rápido como sus piernas se lo permitían, ni siquiera se cambió, solo salió de allí y tomo un taxi para ir hasta el estadio donde México había jugado, al cual llegó más rápido de lo que esperaba.

Los jugadores ya estaban fuera, preparados para irse, más sin embargo Memo no estaba por ningún lado.

— ¿Lionel? — Dijo alguien a sus espaldas, haciendo que volteara y se encontrará con una cara conocida.

Love me again - Ochoa x Messi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora