III

374 42 22
                                    

El día era tranquilo como de costumbre en cada mañana al menos de este año, Dib estaba apenas despertando, se estiraba mirando por su ventana al sentarse en su cama, bostezó y rasco su cabeza pensando en lo que había pasado ayer. Miro asía el cajón dónde había guardado toda la ropa de mujer que había usado ayer soltando un largo suspiro.

—Bueno no creo que vaya...— sacudió la cabeza quitando ese pensamiento— Parecía que realmente no le importaba.

Dándole igual se levantó de la cama y fue directamente a lavarse los dientes, uso el baño y fue a su habitación a cambiarse para luego ir a desayunar o al menos ese era su plan hasta ver qué Zim se había infiltrado a su habitación por la ventana que había abierto de alguna manera ese alíen.

—¿Qué haces aquí chico espacial? Ya te dije que toques la puerta principal como una persona "normal" porque eso quieres parecer ¿o no? —Río al intentar molestarlo.

—Muy chistoso Dib-cosa, pero Zim no viene por ti, quiero ver a la humana ¿Dónde está?

—¿A Gaz? Ella estaba...

—¡No tonto cabezón! ¡Zim quiere ver a la terrícola Diana!

Dib abrió los ojos de golpe, no pensó que realmente la buscará.

—No conozco a nadie que se llame así. —Se cruzó de brazos mirándolo con seriedad, esperando que fuera suficiente temiendo internamente que lo hubiera descubierto y se diera cuenta de que era él.

—¡No me vas a ver la cara de estúpido Dib-cosa, Zim la vio entrar a tu unidad vivienda!

Dib maldijo internamente al no pensar que lo iba a seguir e ir directamente de regreso a casa todo por estar pensando en ver su preciado programa, puso los ojos en blanco y frunció la boca.

—Aun si en dado caso la conociera ¿Qué quieres tú con una humana? ¡La usarás en uno de tus experimentos extraños! ¿Cómo lo hiciste con Keef? ¿¡Eh!? Dime la verdad Zim. —Lo señaló entrecerrado sus ojos analizando al chico verde frente a él.

—¡Zim no quiere nada con esa fémina! Solo dile que venga al centro comercial en la tienda de ropa. Si no le dices Zim vendrá y te haré sufrir como nunca antes humano Dib.

Zim salió de un salto por la ventana dejando a Dib con un pánico terrible, dio vueltas caminando por su habitación al percatarse lo que había creado, tallo su cara hasta dejarla roja por eso, incluso su respiración se agitó al igual que su corazón.

—¡No, no, no, no me digas que a Zim le gustó Diana! Me va a matar cuando se entere de que yo soy esa chica. —Se sentó en la cama un segundo, pero enseguida volvió a caminar en círculos por toda su habitación. — ¿¡Está pidiendo una cita con Diana!? No, no cálmate Dib, piensa: Zim es un alíen puede que solo quiera verla para no sé, lavar su cerebro y manipularla y así ser un plan para ir en mi contra... ¿Por qué rayos eso me hace sentirme más tranquilo?

—Oye imbécil deja de merodear como perro que se escucha hasta la cocina y ven a desayunar. —Gaz se asomó por la puerta de Dib.

—¡Gaz que bueno que estás aquí! Necesito que me ayudes a ser como ayer, necesito ser mujer de nuevo.

—Era cuestión de tiempo... Dib eres extraño y no importa que te vuelvas aún más extraño. Yo te apoyo.

—... ¡No es lo que piensas! Ahg...

(...)

Zim estaba sentado en una banca a la entrada de la primera tienda de ropa del centro comercial, cruzado de brazos moviendo tantos sus dedos como uno de sus pies con el ceño fruncido. Se sentía nervioso, no entendía porque nunca se había sentido así ni cuando tomo su examen de vuelo la primera vez en su entrenamiento como invasor.

Me enamore de una mentira (ZaDr)Onde histórias criam vida. Descubra agora