𝐖𝐄 𝐃𝐎𝐍'𝐓 𝐆𝐈𝐕𝐄 𝐔𝐏 | #𝐑²

38|Esperé mucho para esto...

Olivia.

Besé cada parte de su rostro, acariciando con delicadeza su cuello.

No podía creer lo que me había contado horas atrás. Necesitaba demostrarle que estaba ahí para él y que lo quería mucho, y era una de mis maneras de hacérselo saber.

Recordaba muy bien el día que le reclame que se vaya, cuando le reclame que no quería que esperara tanto tiempo como lo había hecho con Sophie. Con aquel  secreto que Vani me había contado.

Saber como eran las cosas años después me dejaba tranquila. Entender que era el momento de hablar de ello, por más que me había olvidado por completo, no hizo falta su nombre y aquel día que Jaden estaba llorando por ella.

El día que no sabía quién era Sophie.

Me alegraba que me lo dijera, que se sienta confiado para hacerlo.

Besé una vez más sus labios hasta sentir su lengua dentro de mi boca. Acariciando a la mía y bailando juntas a compás del fuego que sentíamos ambos.

Sus manos fueron de mi cintura al dobladillo de mi remera, subiéndolo hasta quitármela por completo. Mis pechos estaban cubiertos por el sostén, cosa que Jaden vió y se desesperó.

Me reí de él mientras lo desabrochaba con facilidad.

—Nunca te pones sostén –sonrió admirando la vista que le proporcionaba

—Casualidad –dije como pude al sentir su lengua cálida en mi piel fría.

Jadee por el contacto y no dude en agarrar su cabello para acercarlo más, gustosa por su acto.

Amaba dejarlo desearme, claro que yo lo quería tanto como él a mi. Su tacto candente y lujurioso, sus ojos negros de placer era lo que más me gustaba de estos momentos.

Me dio vergüenza en cuanto comencé a moverme sobre él, tentándolo.
Claramente no era mi primer momento íntimo con un hombre, pero claro que me daba vergüenza comportarme de esta manera así.

Cuando frené por pensar que le iba a parecer desubicado, una de sus manos se ubico en lo bajo de la espalda guiando a mis movimientos una vez más.

Tironee los mechones de su pelo cuando sentí sus dientes, gimiendo fuerte.

Me ruborice ante al acto. No lo esperaba para nada de su parte, aunque en estos momentos nunca supe como reaccionar, ya que sus actos eran diferentes hace años atrás.

Lo dulce y cariñoso se volvió en algo candente y fogoso. Jaden me hacía temblar cuando me miraba en estos momentos.

Sus labios volvieron a los míos, dejándome asimilar lo antes sucedido y envolviéndome en sus dulces besos.

Se quitó la remera entre medio de los besos, al igual que también bajó mis pantalones cortos. Quise hacer lo mismo en cuanto se alejó un poco para apreciarme, pero al tocar sus pantalones se alejó tortuosamente.

—Quiero complacerte primero –dijo sin dejar de mirarme. Bajó hasta quedare acurrucado entre mis piernas, miró mis bragas por un momento antes de levantar la mirada y buscar mi consentimiento.

Amaba a este hombre.

Con un simple asentimiento sus manos tocaron mi ropa interior, para segundos después bajarlas. Dejándome totalmente desnuda.