Adopción de Dexter

115 14 0
                                    


Estaba muy triste cuando estaba en una casa hogar, la gente no era mala conmigo, pero no abundaba amor, además teníamos tan poco y había tantos niños para tan pocos padres que era inevitable pensar que nunca me tocaría tener padres para mí.

 »Mis padres, Hannah y Carter, no estaban interesados en adoptar, pero una vez mamá fue a un almuerzo en una casa cercana a donde estaba la familia con quien me encontraba en ese momento mientras la casa hogar se encontraba muy llena—ríe—. No recuerdo muy bien, pero ella siempre me lo recuerda. Yo estaba jugando con una pelota pero a ella se le cayó su bolso y yo me acerqué a ayudarla.

 —Adorable. 

—Tenía casi seis años, ella dice que yo era la cosita más bella que vio que no viniera de ella—vuelve a reír—. Intentó darme un caramelo por ayudarla, pero le dije que no podía tomarlo. Sin embargo, con ropa súper limpia ella se sentó a hablar conmigo en el césped nada bonito de la casa donde me quedaba.

»Dice que le conté una historia sobre pájaros, arcoíris y que le dije que sabía contar hasta el número cincuenta, por lo que me escuchó. La señora encargada de mí, en ese tiempo, se asustó, no la culpo. Una adulta sentada hablando y riendo con un niño que era su responsabilidad por asignación del Estado era para cagarse en los pantalones. Así que la corrió, pero mamá vino más seguido a visitar a su amiga y luego trajo a papá quien jugó conmigo futbol.

—Comencé a estar ansioso de verlos, mamá me hablaba de su hijo, que seguramente nos encantaría jugar juntos y de una cosita dulce que llamaba su nena. Yo no sabía que ellos habían decidido adoptarme. Ellos suelen decir que apenas me vieron supieron que yo debía estar con ellos, que los cautivé con todo lo que decía, incluso desde pequeño los números se me daban muy bien, así que sabía contar hasta números altos y papá dice que era un niño divertido que de alguna manera creaba un chiste.

»Pasó casi un año cuando un día se sentaron a hablar conmigo y me dijeron que podía ir a casa con ellos si lo deseaba. Evidentemente tenían mi custodia, pero no querían presionarme y querían que yo fuera porque lo quisiera. Mamá dice que realmente no me importo, que le dije que estaría bien. Así que ese día luego de firmar mi salida, fijar las visitas y procesos que aún nos restaba, me llevaron con ellos.

—Harry frunció el ceño y no habló, pero ese bastardo se cruzó de brazos y solo me veía. Mis padres creyeron la cosa jodida de que debían dejarnos jugar para conocernos. No los culpo, no sabían qué hacer e iban improvisando.

 »Los ojos de Harry me impresionaban mucho, pero él se acercó y me toco el cabello como si yo fuera un jodido cachorro así que creí justo tocarle un ojo. Le dije que tenía curiosidad sobre si sus ojos eran reales y luego él tiró de mi cabello y me dijo la misma mierda. Me preguntó mi nombre y me dijo si sabía leer, porque Harry estaba adelantado en eso, le dije que un poco, pero que sabía contar. Saco uno de sus libritos de colegio privado y me instó a sentarme a su lado—sonríe.

 —Eso es lindo. 

—E hizo una jodida cosa que, cuando recuerdo o me cuentan, me hace sentir amor infinito hacia ese bastardo. Él tomo el cuento y comenzó a leerlo y explicarme, intentó que aprendiera, pero evidentemente un niño de seis años no iba a lograrlo, sin embargo, es la jodida intención lo que me llega. Porque él solo me aceptó y de inmediato intentó involucrarme con las cosas que le gustaban.

 »Por supuesto que peleamos un montón de veces por cosas insignificante, pero que para niños parece valido. Nos dijimos muchas veces el típico "no te hablo", pero jugamos un montón, nos reíamos de las mismas cosas tontas, nos seguíamos las bromas y cuando llovía, juntos, veíamos desde la ventana los rayos en la habitación de Hil porque ella les temía. Luego él me dio el jodido honor de ser su asistente de cirugía.

 — ¿Qué?

 —Fui el cómplice de un montón de muertes animales porque mi hermano se creía un maldito cirujano—se ríe—; era traumático y yo lloraba, pero luego Harry lamentaba la muerte del pobre animal y decía que tomáramos un helado y jugáramos para sentirnos mejor y honrar sus pérdidas.

 »Nos hicimos mejores amigos, éramos cómplices. Era el maldito mejor hermano que podía tener. Me protegía y yo también lo hacía por él. Me ayudaba a leer y yo lo impresionaba con los números, así que éramos un buen equipo. Juntos cuidábamos y molestábamos a Hilary. 

 —Fue un proceso de cambio rudo, no tenía nada y de repente lo tuve todo. Pero mis hermanos lo hicieron más fácil, tenerlos a ellos conmigo y la fácil aceptación lo hizotodo mejor. Nunca me hicieron sentir un intruso, siempre recibí el mismo amor. Y cuando le pregunté a Harry si podía llamarle mamá y papá a sus padres, él le escribió una carta a mamá donde se supone hacíamos una petición formal—se ríe de nuevo, sus ojos brillan de felicidad—. Mamá aún guarda esa carta. Ella nos respondió con una carta que metió debajo de la puerta de la habitación de Harry, donde esperábamos la respuesta, gritamos emocionados porque ahora éramos hermanos de verdad y luego mamá lloró cuando la llamé de ese modo y papá me abrazó muy fuerte cuando volvió a casa y lo llamé papi. Me tomó ocho meses llamarlos papá y mamá, pero cuando lo hice, todo se sintió malditamente correcto.



LDND#23

Naabot mo na ang dulo ng mga na-publish na parte.

⏰ Huling update: Dec 14, 2022 ⏰

Idagdag ang kuwentong ito sa iyong Library para ma-notify tungkol sa mga bagong parte!

Darlis StefanyTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon