Final Destination | ®

LA PERSPECTIVA ES RELATIVA

Apolo reanudó la lectura, con los Dioses ya sabiendo quién era la niña y lo que eso suponía para la existencia de todos ellos.

Un peligro.

La niña -Phoenix- era la candidata a la profecía que definiría su existencia, lo que generó desagrado en muchos de ellos, pero no tenían permitido intervenir si no querían que las Moiras trajeran un final rápido para cada uno de ellos.

Momentos previos a la tragedia:

Poseidon parecía humano, ya no era el Dios "tranquilo" del comienza de la lectura, definitivamente no.

Yo solo podía pensar -mientras miraba el fuego de la fogata que habíamos hecho con mi madre momentos antes- que todo aquello que había escuchado hablar al señor Brunner con Grover en su oficina -más bien como espiar-,

Hermes retuvo una risita ante lo mencionado, la niña ya empezaba a caerle bien.

empezaba a tener sentido. Incluso si después había interrogado a Grover,

Hermes negó con la cabeza, decepcionado de que la chica hubiese admitido haberlo espiado.

verlo lo hacía posible de negar.

En aquel momento, no podía imaginar por qué razón Grover y el señor Brunner hablaban de mí a mis espaldas. Y porque pensaban que estaba en algún tipo de de peligro, si ellos juraban que no existía la señora Dodds, y ese era el único peligro que yo creía posible.

Intenté dejar de pensar en eso y disfrutar el tiempo que estaría con mi madre sin la compañía de Gabe el Apestoso.

En la noche cuando nos acostamos, mi último pensamiento por alguna razón fue que la señora Dodds sería el único peligro que conocería, hasta ahora.

– Sus instintos parecen ser buenos –Artemisa no se dirigió hacia nadie en particular, con el pensamiento de que la niña podría ser una buena cazadora si se le daba la oportunidad y ella no se la negaba a ninguna doncella.

Minutos antes:

Volví a oír aquel aullido torturado en algún lugar detrás de nosotros, más cerca que antes.

Poseidon agarró el antebrazo de su trono con fuerza, en un intento disimulado de ocultar su preocupación delante de su familia. ¿Las Moiras eran tan crueles? Se preguntó al escuchar lo que Apolo leía, ¿vería morir a -su recién descubierta- hija? Los milenios nunca preparaban a los Dioses para estos momentos.

Y su mente se dirigió a sus hermanas, ¿era esta la razón por la que no tenían hijos mestizos?

Fuese lo que fuese lo que nos perseguía, seguía nuestro ritmo.

– Percy –dijo mi madre–, hay demasiado que explicar y no tenemos tiempo. Debemos llevarte a un lugar seguro –.

Miles de pensamientos corrían a través de mi cabeza a velocidad impresionante pero no hice caso a ellos, porque traía a mi recuerdos casi olvidados de todas las cosas extrañas que ocurrían a mi alrededor desde pequeña.

Casi como la señora Dodds, ¿O ex señora Dodds?

Volví a perderme en mi mente así que pregunté lo primero que recordé.