Prólogo

1.3K 85 100
                                    

"Te va a destruir de la manera más bella. Y cuando se vaya, finalmente entenderás por qué los huracanes llevan nombres de personas"

Mario Benedetti

Mario Benedetti

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después

Si hubiera sabido que te amaría tanto hasta quemarme el alma hubiera huido en cuanto te conocí. Habría deseado jamás haberte visto, jamás conocer la intensidad de tu ser.

Todo lo que tu amor dejo en mí, solo fueron estragos...

Ya ni siquiera puedo dormir, me recetaron unas cuantas drogas para poder hacerlo, pero ellas me mienten, a veces me hacen creer que sigues aquí. Que te paseas frente a mí vestida solamente con mis camisas, que estás leyendo uno de esos libros románticos que tanto te gustan a mi lado, que me pides una taza de café y me haces recostar mi cabeza en tu regazo y enredas tus dedos en mi cabello rizado.

Creo sinceramente que solo estoy soñando contigo, en aquel mundo de la subconsciencia, de mis sueños, tú aún me perteneces, aún me amas, aún te ríes de mis chistes malos, y aún entierras tus uñas en mi espalda.

Pero...merezco esto, ¿no es así?. Extrañarte hasta que mis días se acaben. Qué tortura fue haberte conocido, haberme envenenado de ti y haberte perdido, haberte dejado ir.

Espero que en la otra vida, si es que eso existe, tú te quedes a mi lado, que nada ni nadie pueda separarnos. Aunque sé muy bien que tú no querrías eso. Si fuera por ti, nunca habrías cruzado tu mirada con la mía, y yo jamás hubiera caído en este tormentoso hechizo del cual soy esclavo, desde ese día me convertí en un prisionero de tu alma.

¿Ya me dejaste ir? ¿Me dejarás ir algún día?

Alguien tiene que hacerlo, y no seré yo, lo sabes, está todo en tus manos.

Aún no logro entender por qué después de todo el amor que me profesaste ahora me odias, sé que sabes lo que hice, pero...soy el mismo hombre que conociste.

Dijiste que amarías mis heridas, pero te fuiste cuando te mostré las cicatrices.

Ahora me queda conformarme con la certeza de que alguna vez me amaste, aunque ese sentimiento se haya tornado en odio y desprecio, alguna vez fue amor y anhelo.

Y ahora, en el silencio de estas cuatro paredes, que siento que cada vez se acercan, cerrándose hasta quitarme el aire, no puedo evitar preguntarme.

Algo Después De Nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora