Secreto De Amor [Messichoa]

Capítulo 5

Habían pasado minutos donde ambos compartían un beso que no querían soltar, pero tenían que hacerlo. Leo se separó y tomó la cara de Memo entre sus manos haciendo que juntaran sus frentes mientras recuperaban el aliento.

Los dos se miraron de nuevo a los ojos sonrojandose en el proceso, Leo miró hacia las calles de Qatar y rió:

—No sabes hace cuanto anhelaba esto—Admitió el argentino haciendo sonrojar aún más al arquero mexicano.

—¿De verdad?

—Si—Tomó la cintura de Memo y lo jaló hacia el—Desde que tu compañero de equipo nos interrumpió aquel día en tu pieza.

Memo automáticamente se puso nervioso pero aún así no rompió la cercanía, colocó sus brazos alrededor del cuello del menor y se inclinó para estar más cerca de él.

Ambos volvieron a conectar miradas, se sonreían mientras dejaban pasar el tiempo, nadie los veía así que no importaba si pasaban minutos, horas, días, meses o incluso años, ellos estaban seguros ahí.

Pero el momento no duró mucho pues el celular de Memo vibró trayéndolos a la realidad. En la pantalla de bloqueo se adornaba con un mensaje proveniente de Andrés que decía: <<ven a mi habitación, es urgente>>.

Memo frunció el ceño y hizo una pequeña mueca que Leo notó.

—¿Todo bien?

Memo guardó el celular y le sonrió al argentino, cualquier cosa que tuviera "urgente" de parte de Andrés es porque era algo muy serio y importante, eso sin duda le preocupaba.

—Todo bien—Memo dio un paso hacia atrás separándose de Leo—Tengo que irme, pero te veo luego.

—Claro.

Leo se puso de puntillas y dejó un pequeño beso en los labios del mayor. Memo le sonrió y se despidió solo para comenzar a caminar hacia las escaleras dejando solo a Leo.

[...]

Cuando Memo llegó a la habitación de Andrés tocó la puerta que inmediatamente fue abierta, dejando ver a un Andrés muy preocupado.

—Pasa—Dijo su amigo mientras hacía una mueca.

Memo entró y lo primero que miró fue al Tata Martino, su Director Técnico sentado en la cama de Andrés; estaba cubriendo su cara mientras suspiraba, eso era algo malo. Memo se acercó y no pudo ignorar el hecho de que la televisión estaba encendida en un noticiero que estaba pausado.

—¿Qué sucede?—Preguntó Memo dejando de ver al televisor y mirando directamente al Tata.

—¿Donde estabas?—Habló el Tata en un tono serio que asustaba al arquero.

Memo trató saliva antes de responder—En mi habitación, yo estaba...

—¡Mentiras!—Martino se levantó furiosamente encarando a Memo, su cara estaba roja demostrando su enojo y su mano apretaba fuertemente el control del televisor.

Memo estaba sin palabras y completamente asustado, sus manos comenzaron a temblar y no pudo evitar tratar de buscar a su amigo en busca de ayuda, pero la voz de su Director Técnico hizo que lo mirara de nuevo.

—¿Crees que soy idiota?—Martino se acercó peligrosamente a él haciendo que comenzará a retroceder tratando de evitar la cercanía—¿Crees que eres muy listo haciendo esto? ¿Crees que jugar con el nombre del equipo es divertido?

Memo estaba desconcertado, sus ojos se movían de un lado a otro en busca de algo que le explicase que fue lo que hizo, pero no encontró nada, a salvo del televisor.