" no hay chance " Spreen 2022

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Una hermosa mañana soleada, parecía un muy buen clima, aquellos rayos de sol que se asomaban por la ventana, dieron en la cara del castaño, haciendo que esté frunciera su ceño y se quejara ante eso, se despertó un poco más y, en definitiva, notó que algo no estaba bien, estaba dándole la espalda al pelinegro quien seguía dormiendo plácidamente, con sus brazos al rededor de la cintura del hechicero cosa que le hizo cuestionarse lo que pasaba con el oso, era la primera vez en todos aquellos días que habían estado juntos y hasta ahorita se presentaba una situación similar. Con sumo cuidado, trató de levantar los brazos del pelinegro y así liberarse de aquel abrazo, a lo que el oso soltó un gruñido molesto por eso, y Juan dejó de intentar, se quedó quieto en su lugar con más dudas que respuestas.

Un rato largo pasó en donde juan estaba despierto, pero.. se sentía un poco incómodo, y algo inquieto al sentir la respiración el cuerpo del oso tan cerca y abrazándolo con suma confianza, pero viendo el lado bueno, es que podría hacer unos cuantos chistes al respecto solo para molestar al argentino. Juan fue sacado de sus pensamientos en el momento que tocaron la puerta de la gran habitación.

— ¿puedo pasar? — una voz española estaba detrás de aquella puerta. Juan respondió con un "sí", bastante fuerte, tratando de pasó de que el argentino se levantará, sin éxito alguno en lo último.

Sapo peta entró a la habitación viendo la escena, soltando una risa. - No sabía que vosotrois eran más que amigos.

— ¿eh? - Juan soltó una risa nerviosa negando con rapidez. — Nono, ¿yo y spreen? no, sólo.. ehm, spreen está acostumbrado a abrazar a su gata al dormir, pero como no está.. pues, me tocó aguantarmelo. — Una excelente excusa, o eso fue lo que pensó el hechicero, realmente no sabía cómo más justificar aquella escena, y sinceramente ni él mismo sabía el porqué de aquello. Sapo peta soltó otra risa y asintió.

— Entiendo entiendo, ambos deben extrañar su hogar... prometo ayudarlos en cuanto arreglemos aquel asunto de Quackity y luzu.

— Muchas gracias Sapo peta.

— No hay de que, por cierto, el desayuno estará en unos minutos así que, os espero a ambos en el comedor. — Sin más que decir, volvió a cerrar la puerta, dejándolos de nuevo solos. Juan soltó un suspiro y trató de mover a Spreen para que se levantará.

— SPREEN, LEVÁNTATE. — sin respuesta más que un suspiro pesado, definitivamente estaba durmiendo plácidamente, « quién pudiera, puto oso» pensó, soltó un suspiro fastidiado, pellizcando al oso, cosa que solo hizo que este soltará un gruñido y le respondiera con su voz ronca de recién levantado.

— Déjame dormir hijo de puta.

— LEVÁNTATE, YAAA.

El oso dejó de abrazar al hechicero y le dió la espalda, dispuesto a seguir durmiendo, y es que realmente estaba cansado, normalmente se levantaba incluso horas antes que el hechicero, debido a que ya tenía un horario que seguir predeterminadamente, solía tener aquel horario para laburar, y es que dormir esos muchos días en ls afueras con el hechicero no le dejaba dormir tranquilo, debido a los sonidos y posibles mods que pudieran atacarlos, así que sí, spreen últimamente no dormía bien por asegurarse que el hechicero si lo hiciera.

El hechicero no se quedó de brazos cruzados, al contrario, pateó al oso fuera de la cama ocasionando que esté cayera al suelo, lo que ocasionó un enojo casi instantáneo en el oso, levantándose y yéndose a atacar a el hechicero con una almohada. — ¿QUÉ TE PASA FLACO? , DÉJAME DORMIR. — Tiro aquella almohada con algo de fuerza al rostro del castaño, lo que le hizo soltar una carcajada al hechicero, carcajada que no duró mucho al sentir las manos ajenas apretar sus muñecas contra la cama y lo peor es que no podía ver debido a la almohada en su cara. Spreen, se recostó en el pecho del hechicero. — Ahora vos sos mi almohada. — Cerró sus ojos soltando un bostezo cansado, dispuesto a volver a su cómodo sueño, prácticamente aprisionando al hechicero dejabo suyo. Juan pataleó con fuerza tratando de no dejar dormir al oso, y también tratando liberarse de aquel agarre, totalmente indignado por ser usado como una almohada por simple capricho del argentino.

A place for you and me | -·★ spruan ★·-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora