PELIGRO,SANGRE Y AMOR

Capítulo 26: Peligro, Sangre y Amor

Capítulo 26: Peligro, Sangre y Amor

—Ok, entonces dilo

—No Emily, por favor —dijo Austin el cual me miraba con suplica.

—No quiero que te hagan daño —dije y voltee a ver a Alejandro

—No quiero perderte

—El secreto es...—iba a decirlo y justo en ese momento entro alguien a la habitación.

—Papá tienes que venir —dijo Vanesa.

— ¿Por qué?

—Es Ben —dijo paranoica.

— ¿Qué pasa con él? —dijo este un poco preocupado.

—No respira, por favor ven —dijo halándolo, este al escuchar las palabras no lo pensó ni un segundo y camino tras ella.

—Amárrenlo.

—Sí señor —dijo el ayudante y Alejandro salió, este amarro a Austin y lo dejo en el suelo justo a mis pies y luego salió.

—Emily, Emily —dijo tratando de arrodillarse.

—No, no hagas esfuerzo ¿Te duele mucho? —dije y me sentí tan estúpida al preguntarlo.

—No me importa si me duele, solo quiero verte a los ojos —dijo y no sé cómo, pero se arrodillo; lo mire, aunque tuve que agachar un poco la cabeza.

—Austin, ¿A dónde ibas cuando te atraparon?

—Aquí, venia hacia aquí

— ¿Por qué? ¡Debiste venir con alguien más! —dije preocupada.

—Quería saber si estabas aquí, pero Jake no quiso creerme y decidí venir solo

—No debiste ¿Por qué no pudiste esperar? —dije y sentí como mi voz se entrecorto.

— ¿Sabes lo difícil que es para mí ya no verte? ¿Lo sabes? —dijo buscando mi mirada.

—Para mí también es difícil ya no verte más, incluso en lo único que pensé al llegar aquí es en que tal vez nunca podría volverte a ver y... tenía miedo Austin

—Es increíble, porque yo también pensaba en que tal vez nunca podría verte y ese sentimiento de impotencia me carcomía vivo —Dijo y se mordió el labio—, cuando Kate me dijo que podías estar aquí, lo único que pensaba era en venir así que fui con Jake y al ver que este no me iba a apoyar...decidí venir solo

— ¿Kate? ¿Kate Evans? —dije atónita.

—Sí, ella me dijo que podrías estar aquí y...tenía razón

—Creí que me odiaba

—Creo que es mi culpa

— ¿Qué?

—Ella está enamorada de mí —abrí los ojos como platos—, y te odiaba porque yo te amo a ti

— ¿Me amas? —dije con una media sonrisa.

—Te amo —dijo y se inclinó un poco más y me beso. Sus labios tenían un leve sabor a sangre y menta lo cual era algo nuevo para mí.

—Tenemos que salir de aquí, como sea —dije al separarnos.

—Lo sé, no quiero imaginarme que puede pasar cuando vuelva —dijo y con sus labios limpio una gota de agua que había en mi boca

—Lo siento, Vanesa se puso como loca y me golpeo además de que Alejandro me lanzo el balde de agua —dije y agaché la mirada.