Ni mitz tlazohtla

-Se- PERDIDOS

-No puede ser España -soltó el mayor dando una mirada de decepción, el más joven de los dos, resoplo aburrido siempre lo mismo nunca estaba conforme con él.

- ¿Qué aré contigo eee acaso quieres que te mandé a un reformatorio? -un silenció incomodo se instaló en la habitación, el sonido de la puerta siendo tocada interrumpió el momento, el imperio se giró en su lugar para posteriormente dar una respuesta a unos de sus hombres que le informo que unos soldados solicitaban permiso para hacer un recorrido hacia a Santo Domingo para resolver unos problemas.

El imperio acepto la propuesta del soldado, que se retiró de la habitación, el monarca se giró en dirección hacia su hijo-irás con esos soldados y harás que me sienta orgulloso de que mi hijo es un gran navegador ¿entendido? - el castaño bufo con molestia, pero dio un asentamiento, viendo como su padre esbozando una sonrisa para posteriormente salir del cuarto.

Estaba furioso no quería ir aún estúpido viaje, lo único que hacía era tratar de complacer a su padre y él lo único que hacía era reclamarle por sus errores, cuando él era un pedazo de mierda como padre. Miro con asco una foto en dónde salían padre e hijo que hipócrita sonriendo tan falsamente cómo si le interesa su propio hijo, cuando realmente lo único en lo que se preocupa era por como lo veían los demás.

Ya vía pasado toda una semana desde que su padre le había dicho que se embarcaría en dirección a santo domingo y hoy mismo partían estaba de terminar de arreglar unas cosas que le faltaban guardo todo después de a ver terminado tomo la pequeña maleta de tela, salió de su habitación en dirección así el muelle, al llegar encontró un gran barco y varios tripulantes que cargaban provisiones para el largo viaje, se quedo por unos momentos observando el barco hasta que sintió una mano ser posada en su hombro volteó encontrando a un hombre con una barba de candado, que le inspecciono soltando una fuerte carcajada - así que tú eres el príncipe ¿verdad?- asintió hacia su pregunta- ohh pero que delgado eres para ser hombre ni siquiera poses una barba ¿serás todavía un niño?- frunció sus cejas haciendo que se le marcara sus líneas de expresión, con tuvo con mucha fuerza no soltar ninguna palabra que pudiera ofenderle - dejarlo de molestar al chico diego, perdona a mi compañero bienvenido a la nao Santa Lucia-

-gracias es un gusto conocerlo.... -el silencio duro unos segundos hasta que fue roto otra vez por a aquel sujeto- Gonzalo de guerrero-sonrió extendiendo su mano que fue aceptada por el más bajo -más bien para mis es un gusto conocerlo príncipe- soltaron el agarre, el castaño dirigido su mano hacia su nuca pasando por sus cabellos despeinado los un poco - llámeme España -

Partimos desde de puerto había pasado unas horas, me presentaron a un fraile jerónimo de Aguilar y un seminarista de Écija.

Los meses pasaron, me asignaron de vigía, al final no había sido un desastre haber venido a este viaje era mejor que estar con padre podía disfrutar de la brisa y la agradable vista del mar, pero hace unos siete días que había venido un gran aguacero que no había cesado en estos momentos me encontraba en unos de los cuartos que me asignaron escuche que tocaba la puerta di una respuesta viendo quera Gonzalo - ¿sucede algo? - negó , le mire confundido entonces por que estaba aquí - no es nada tan solo es la aura del barco es deprimente- oh ya, dudo unos segundos en que decir hasta que un peso extra en su costado hizo que saliera de sus pensamiento -todos están tristes no parece que quiera parar el aguacero- baje mi mirada- temen no volver a ver a su familia- el silencio se hizo presente -sabes yo quiero formar una familia pero parece que no se va poder y ¿tu? - dijo algo perdido- yo...-

-nunca lo he pensado - el silencio absorbió el cuarto

-no digas eso tú vas a poder formar una familia de seguro que enamoradas alguna chica con tu gran habilidad con las letras- una risa lo que inundo el cuarto- si y mi hermosura- el castaño no pudo contener la risa escandalosa -si si claro - un grito proveniente de la cubierta les hizo que paran, salieron del cuarto subiendo hacia la planta alta- lo que encontraron puso histéricos a todos la embarcación había acabado en la deriva entre las oscuras en cimas del mar enfurecido.

22 de marzo

Habíamos quedados parados en unos escollos quedando escorada sobre la banda del estribor, mientras el palo se partió de la banda y el de la batayola, todos temían por sus vidas ya había muerto un marinero, no hubo otra solución que soltar la barcaza del estribor, todos estaban desheredados tuvimos que saltar.

Nicuesa, Aguilar, Guerrero y yo logramos rescatar una barrica de agua y un cubo lleno de carne salada, remamos en una pequeña lancha mientras que nos adentrábamos en una neblina espesa lo único que vi fue a la nao olvidada que crujía mientras que amenazaba con desfondarse.

Poco a poco morían marineros ya habían fallecido 18 hombres y dos mujeres, fuimos arrastrados mar adentro, todo se volvió borroso.