Lo siento... ya no soy fuerte... cada batalla me destruye mas, cada critica me duele mas, cada comentario me hace pensar por horas, cada vez que veo mi reflejo encuentro mas fallas... cada ves el corte es más profundo, reteniendo las lágrimas con má...
En ese momento, se escuchó un sonido desde el jardín, Ali Rahmet se había olvidado por completo de la sorpresa.
———𖧷———
H: ¿Qué fue eso?
AR: Lo siento, te traje una sorpresa, -tomó la mano de Hünkar- vamos al jardín.
Hünkar y Ali Rahmet bajaron las escaleras, Ali Rahmet se adelantó a Hünkar antes de que saliera.
AR: Cierra los ojos y toma mi mano.
H: Ali Rahmet, no seas tan misterioso -Hünkar rió y cerró los ojos- no me dejes caer.
Ali Rahmet la agarró por la cintura y le tomó la mano con delicadeza.
AR: Esto nunca mi querida señora.
Hünkar sintió un ligero escalofrío en la espalda y apretó ligeramente la mano de Ali Rahmet. Cuando salieron al jardín, Hunkar escuchó un sonido muy familiar.
AR: Ahora puedes abrir los ojos.
Hünkar abrió los ojos y se congeló ante lo que vio, un hermoso caballo castaño, su crin brillaba y caía levemente sobre su cuello.
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H: Ali Rahmet... ¿dónde lo conseguiste?
AR: Este es uno de mis caballos, quería distraerte un poco y le pedí a uno de los muchachos que lo trajera.
H: ¿Puedo acariciarlo?
AR: Sí, es muy dócil y cariñoso.
Hünkar se acercó lentamente al caballo, extendió su mano y le dio unas caricias en la cabeza. Ali Rahmet la miraba con admiración y amor. El caballo se acercó a Hünkar y ella sonrió.
H: Eres tan lindo, -le dejo un besito en la cabeza- tiene nombre?
AR: Sí, se llama Cemal, lo tengo desde hace casi un año.
H: Es tan hermoso, realmente amigable y suave.
AR: ¿Entonces te gustó la sorpresa?
Hünkar se alejó del caballo y se acercó a Ali Rahmet, lo abrazó y le dio un rápido beso en la mejilla.
H: Me gusta mucho, muchas gracias Ali Rahmet.
AR: ¿Entonces la cena de hoy sigue en pie?
H: Está bien, pero te ayudaré a preparar la cena.
AR: Nada de eso Hünkar, yo me encargo de todo mientras te arreglas, aunque no te hace mucha falta, ya eres hermosa.
Hünkar se sonrojó y volvió a acariciar al caballo.
H: Está bien, pero déjame ayudarte la próxima vez.
