Capítulo 9: ¡WTF!

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Tomo llegó con una patada voladora del otro lado de la estancia. Lola se quedó impresionada, el croata sí que sabía pelear. El tipo que la acosaba cayó al suelo entre el asombro de todos los presentes es que... Enserio ¿Quién se metería con un fortachón así?

Sus piernas le flaqueaban, tenía un gran shock sobre los hombros. De repente llegó Jared a su rescate.

-¡Lola!-Gritó él.- ¿Mi amor, estás bien?

-Tarado.- Le dijo al borde de las lágrimas.- No me dejes sola.

-Lo siento, lo siento.- Jared la abrazó.- Es que

-Tu puta Erika ¡¿No?!

-...-No le dijo nada. A veces cuando Lola se ponía así de histérica lo mejor era quedarse callado sin o querías un ojo morado como recompensa.

Los chicos se aglomeraban cerca de la pelea que estaba dando Tomo.

-Es mejor que nos vayamos, Lola.

-¿Y Tomo...?

Voltearon. El pelinegro daba un buen espectáculo, no hacía falta de que lo ayuden.

-Creo que le está yendo bien siendo el alma de la fiesta.-Bromeó Jay pero a su amiga no le hizo ninguna gracia. Volvió a mirar a Tomo. Podían resaltar sus brazos a punto de dar puñetes o golpes al tipo que hace rato, se veía tan hermoso sobretodo porque la estaba defendiendo, sí, a ella, ni siquiera habían entablado una conversación real.

-Yo le dije que te salvara, vayámonos.- Jared le dijo intentándola sacar de ese infierno de una puta vez. Ella asintió. Ya habría otra oportunidad para agradecerle al croata.

Salieron de ahí lo más rápido que pudieron, empujando a los demás muchachos que parecían borrachos o drogados. Lo que eran las fiestas juveniles. Afuera el aire era menos denso y respiraban mejor, a Lola no le sorprendió que en la casa estuvieran fumando algo.

Llegaron jadeantes a donde terminaba el jardín.

-Eso fue...

-Calla, Jay.-Le dijo ella y de la nada se sentó ahí mismo, exhausta y atemorizada de lo que acababa de pasar.

-Erika nos engañó.

-¿Recién te das cuenta?-Dijo Lola toda irónica.- ¡Bravo, Leto! ¡Te felicito!

-Hey, no seas así.-Su amigo le dio una palmada en el brazo.- Te salvé la vida.

-¿Tú?

-Bueno, técnicamente no pero...- Suspiró.- Yo le dije a Tomo que lo hiciera.

Estaba detrás de la estúpida de Erika intentando conseguir algo con ella pero muy en el fondo sabía que me veía como un juego más. La seguí a todos lados procurando que el tipo fornido con el que andaba no me viera pero hubo un momento en el que se quedaron hablando, parecía de mí, así que intenté hacerme el desentendido mirando hacia otro lado. Pero mi curiosidad es tonta así que me acerqué y básicamente oí que se quería vengar de ti y él le iba a ayudar y lo siguiente que supe fue que el tipo ya no estaba y Erika se ponía entre mis brazos. Casi caigo nuevamente pero todo eso me pareció muy extraño sobre todo por lo de su "venganza" y escuché tu grito.

-No vayas.- Me dijo agarrando mi cara limitándome a verla solamente a ella.- Debe ser alguna borracha.

Pero soy un tarado que lo quiere saber todo así que me dirigí a la mampara no sin antes gritarle lo puta que era, te vi siendo abusada por ese tipo y entré pero ya no estabas y vi a Tomo y le dije:

-Hey, amigo, ayúdame.- No me escuchó por lo que me acerqué a él y le volví a gritar.- ¡Lola está en problemas!

De repente su semblante cambió y el resto ya lo sabes"

-Gracias.- Dijo Lola.- Ay, Jared.

Se echó a llorar ahí mismo, con sollozos y todos. Jay la abrazó y, juntos, se incorporaron. Para eso estaban los amigos, jamás dejaría que algo malo le paso, no, jamás se lo perdonaría.

Caminaron juntos hasta la parada de bus, tomarían uno hacia la casa de Constance para mantenerla a salvo. No sabían si esos tipos podían tomar alguna represalia incluso a esas alturas Tomislav podía estar siendo masacrado. Pero, bueno, haría lo que fueran por él; le había salvado la vida a Lola y por eso Jared estaba en deuda con él.

La gente en el vehículo los miraba de reojo. No era normal que dos chicos salieran de fiesta tan temprano y menos que tomarán un bus. La mayoría pensaría que estaban borrachos o algo parecido.

Tuvieron que caminar un par de calles más para llegar sanos y salvos a la casa de Jared. Cuando lo hicieron, el lugar estaba a oscuras. Parecía que su madre aún no había llegado.

-Otra vez tarde en el trabajo.- Se dijo el chico mientras subían los escalones y él buscaba la llave debajo del tapete. Rayos, no estaba. Tuvieron que saltar la cerca (suerte que Lola llevaba shorts) y entrar por la parte de atrás. La cocina parecía como si alguien la hubiera asaltado ¿Qué mierda? Si su madre veía eso lo iba a matar por no decir que le haría limpiar todo el lugar con su lengua. De pronto, escucharon unos ruidos en la sala de estar. ¡Mierda! ¡Un ladrón! No, no tenían que alarmarse, podía ser el gato ¡Pero no tenían gato! Entraron a la otra habitación rápidamente y prendieron la luz, todo estaba en su sitio, nada roto (Uf, al menos) Sin embargo, en el sofá estaba alguien de espaldas. Tenía el cabello largo como Jared y al voltear... ¡No! ¡Imposible! Después de tantos años, tantas búsquedas, no podía ser posible.

-Hola, hermanito.

El Guapo, el Malo y el LetoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora