𝐒𝐀𝐋𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑𝐄 | 𝓙𝓪𝓼𝓹𝓮𝓻 𝓗𝓪𝓵𝓮

𝑏𝑟𝑒𝑎𝑘 𝑜𝑛 𝑡ℎ𝑟𝑜𝑢𝑔ℎ

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Cuando decidió que ya era bastante tiempo el que había pasado en la biblioteca fue cuando la campana indicio que las clases habían terminado, sólo se había saltado dos horas de química y una de trigonometría, lo cual no le importó mucho, en la escuela Salvatore las materias mundanas eran la menor de sus preocupaciones.

Además, ella ni siquiera era de esta realidad, por lo que con los libros robados en su mochila, comenzó a caminar de regreso hacia el impala entre el mar de estudiantes que salían al estacionamiento.

Contuvo las arcadas al encontrarse entre la mezcla de feromonas adolescentes, sentía incomodidad en el maxilar, tenía algo de hambre, por lo que se apresuró en encontrar el impala, sacando las llaves de los bolsillos traseros tarareando un poco de Back in Black.

Pero entonces sus oídos captaron unas voces;

—Ella es rara— era el cullen de cabello cobrizo, Edward.

—Obviamente tiene que ser rara, es la pareja de Jasper—Warren se burlo, Lex lo podia ver recargado contra un bonito porch amarillo. Fingió que las llaves se le caen para escuchar más.

—Wow, gracias hermano—el sureño gruño con fastidio, y ella pudo sentir como durante unos segundos sus ojos ambarinos se fijaron en ella. —Pero Edward tiene algo de razón, hay algo que no está del todo bien, no puedo sentir sus emociones.

—Yo tampoco la puedo leer, es algo frustrante—Edward fue el que habló ahora, y Lexie metió las llaves en la cerradura.

—Ni que lo digas—Alice jadeo con un puchero y Lex contuvo el reir por aquello. —Los mios solo funcionan de vez en cuando, pero de lo que estoy segura es que Lexie es la pareja de Jasper.

Cierra la puerta del impala con un golpe, deja de escuchar las voces y sin querer pasar más tiempo ahí, comienza a conducir lejos de los raros vampiros Cullen, ¡Por Silas, pareja de Jasper! ¡UNA COMPLETA ESTUPIDEZ!.

El Joven híbrido se ríe sin ganas, golpea levemente el volante y se deja recargar en el asiento mientras espera que el semáforo se ponga en verde. "mierda, mierda, mierda" ¿son ellos quienes me trajeron?...No, no puede ser, ellos no saben lo que soy.

Cuando entra en casa de Joseph no lo saluda, en vez de ello sube hasta su habitación y saca los libros de su mochila, enciende la vieja laptop del hombre, comienza a buscar en internet todo lo que puede encontrar sobre vampiros y sus parejas.

Abre la boquilla de una bolsa de sangre y comienza a chupar el rico sabor metálico, mientras sus ojos rebuscan entre el mar de información y su mano izquierda escribe sobre el post-it amarilo.