Capítulo 17 Nuevos y viejos demonios

50 40 0
                                    


Cuanto vemos o parecemos, no es sino un sueño dentro de un sueño.

-Edgar Allan Poe

Me siento expuesta al salir del edificio, ya que corremos el peligro de que una bestia Grimen nos ataque. Mis músculos se tensan como si fueran a atacarnos en cualquier momento. Me estremezco con el ruido metalizado de la armadura de Dagobert. Nuestras pisadas crujen sobre la graba. No necesito ver detrás de mí para saber si Heike nos sigue; el escándalo que provoca su arma al chocar con su mochila me indica que está en movimiento, cruzamos de prisa hasta llegar a una intersección. Miro hacia ambas direcciones, parece no haber movimiento. Quizás este será uno de esos días en los que no ocurrirá nada en las calles. Siento algo de confianza mientras cruzamos por las avenidas. Nos dirigimos hacia Glasweg,

una de las calles principales de Elysium, las intersecciones están atestadas de vehículos, hay un torrente de peatones cruzando las calles. Alex saca de su bolso unas barras energéticas y las ofrece a cada uno de nosotros, Detlef rasga la envoltura y devora la barra de un bocado. Nuestros rostros lucen relajados con la primera mordida de la barra. Pero yo estoy demasiado nerviosa para disfrutar su dulce sabor. Casi hemos llegado a la calle imperial Parck, la cual nos conduce colina arriba a un área relativamente despoblada. Hay algo en el silencio que comienza a inquietarme debería de haber ruido, pájaros o grillos. Hasta el viento parece haber cesado. El sonido del arma de Heike golpeando contra su mochila suena cada vez más fuerte. Un torrente de energía me rodea como si se tratara de la sensación previa a un relámpago. Soló necesito llegar rápido hacia Alek. Avanzo zigzagueando entre la gente. Detrás de mí la respiración de Birgit se vuelve pesada y jadeante. Cora permanece callada, casi parece que ha dejado de respirar. Una pluma gris cae flotando hasta aterrizar sobre el cabello de Cora. Ella lo toma, se voltea para mostrármelo. Su rostro esta pálido y sus ojos parecen desorbitados. Deseo que sea ceniza. Una gran ceniza gris. De las que a veces sale de una fogata. Siento que la sangre ha dejado mi rostro.

¿Cómo podemos tener tan mala suerte?

Normalmente sus blancos son ciudades pequeñas. Imperial Parck es solo una franja de casas pequeñas, es un suburbio entre Glasgoud y Cambridge, de modo que si fueran a atacar algo de esta zona seria Glasgoud. O es sólo una fogata que han dejado encendida.

Mi respiración comienza a acelerarse.

Miro hacia arriba. Sólo logro ver el interminable cielo azul oscuro. Otra ceniza cae flotando y se posa en mi cabeza. Gotas de sudor se deslizan sobre mi frente. Salgo corriendo a toda prisa. El arma de Heike golpea enloquecidamente mientras intenta con desesperación seguirme. No necesita motivación para correr. Tengo miedo de que a uno de nosotros nos atrapen, pero no puedo detenerme, tengo que encontrar un lugar donde esconderme. Un coche quedó aplastado con el peso de algo que cae repentinamente sobre él. Logro ver un destello dorado de una bestia Grimen, cubro mi boca intentado opacar mi grito.

Parpadeo para asegurarme de que no es real.

Nunca había visto una bestia Grimen, por lo menos en persona. Todos hemos vistos videos de una bestia Grimen con sus grandes alas, siendo acribillada sobre una gran pila de escombros. O las imágenes de una bestia lanzando a un tanque militar. O un video casero de la gente huyendo de una ciudad en llamas. Pero al verlo en televisión, podrías preguntarte que no era real, aunque estuvieran pasándolo en el noticiero. Sin embargo, ahora no hay modo de negar que todo esto es real. Bestias Grimen con alas. Luciendo como ángeles del apocalipsis. Bestias sobrenaturales pulverizando el mundo, atacando a millones de personas. Hay una de estas terribles bestias justo enfrente de mí. Tiro a Cora al dar la vuelta a toda velocidad para cambiar de dirección. Freno de golpe detrás de un muro. No puedo contener mi curiosidad y echo un vistazo desde mi escondite. Cinco bestias aparecen y rodean al que cayó sobre el auto. Al juzgar por sus posturas agresivas se trata de una pelea de cinco contra uno. Hay demasiada claridad para observar con detalle, pero una de las bestias llama mi atención.

PROVIDENCIA EL SEÑOR DE LA GUERRA Y LA REBELIÓN DE HUNTERWhere stories live. Discover now