Querido Yo

A ti que estás leyendo esto, gracias. A mi yo que escribe, eres fuerte y valiosa.

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Han pasado muchas cosas y, para bien o para mal, nos hemos perdido en el proceso, casi pareciéramos dos entes que nunca cruzaron camino.

Siempre tuve la dicha de contar contigo y hoy que no voy de tu mano siento terror y libertad, soledad y aventura; hay días como hoy en horas como hoy y reflexiones como hoy que me dan nostalgia al recordar aquellos momentos donde tomaba fuerte de tu mano y tú de la mía y enfrentábamos al universo. Hoy, totalmente por mi cuenta y sin rumbo fijo, he aprendido a soltar de tu mano y enfrentarme a todo y a nada; conocerme desde cero no era algo que tuviera planeado pero pasó y me encuentro con la satisfacción de reconstruirme y aprender de mí.

Querido yo, te ruego, te anhelo, que por favor sigas tu propio camino pero sabiendo que siempre estaré aquí para ti, que no necesitas más familia que yo, que seguiré aprendiendo de las decepciones que te he causado para hacer que mi compañía sea grata y oportuna.
Hay tantas cosas que deseo poder contarte pero las palabras no logran describir mi sentir, las cosas vividas, los pensamientos más absurdos y las reflexiones más profundas.

Querido yo, ahora entiendo que todo esto se trata de ti y de mí. De un solo ser, de un solo cuerpo.
Querido yo, ahora sé que somos la misma persona.

Querido yo, gracias.