Cama

20 3 0
                                    

Como si hubiera sido poca cosa el culminar una guerra recientemente, otra desgracia se abrió paso en Konoha -y muy posiblemente en el resto de las aldeas también-. Resulta que en medio de la ardua labor de sanar a los heridos, apareció un virus similar a la gripe, por lo que las reconstrucciones fueron suspendidas con el propósito de que la gente se quedara en casa, resguardados hasta que tuvieran la vacuna o los contagios bajaran considerablemente.

Los días estaban siendo muy aburridos para todos, pues no tenían muchas actividades que hacer fuera de las misiones o entrenar. El entrenamiento no era algo factible en las afueras, por lo que debía ser en el interior, pero había que turnarse porque no bastaba para todos los Hyuga que había. Al menos eso fue hasta que aparecieron casos en la propia mansión y no les quedó otra alternativa más que resguardarse en sus alcobas tanto tiempo como fuera posible con el fin de evitar la propagación.

Neji había estado unos días en cama, no por contraer el virus sino porque el inevitable encierro lo llevó a pasar tiempo recostado, durmiendo más de la cuenta, pensando o leyendo. La quarentena se iba entendiendo cada vez más y con ella llegó una búsqueda intensiva de pasatiempos para matar el tiempo, fue así como terminó redactando una carta a su yo del futuro (una que jamás admitirá haber redactado y una en la que fue recordando cada uno de los encuentros con la chica que ocupaba su mente con frecuencia).

Cada vez que encontraba la carta de Seren, se regañaba mentalmente por ser tan patético como para querer conservar detalladamente un registro de sus encuentros. Ella no sólo parecía una joven enérgica, llena de vida, metas y alegre, sino que podría haber tenido mucha experiencia en el romance. ¿Y qué rol ocupaba él? Seguramente era alguien más.

Con el coqueteo de la vez pasada supo que no era la primera vez que lo hacía, y que tampoco iban realmente en serio. Tal vez soltaba halagos al azar a la gente que le pareciera atractiva y si uno le seguía el juego, intentaba algo. Pero él era distinto, no iba permitirse caer en ese juego y sin embargo de alguna forma se encontraba siempre pensando en su nombre, las pequeñas cosas que le hizo saber, las escenas que podría tener a ambos de protagonistas y un sinfín de posibilidades carecientes de realidad.

Tal vez la gripe no llegó en mal momento, pues era la excusa para encerrarse con sus pensamientos y procesar cada una de las contras de los hechos.

¿Y por qué lo pensaba tanto? Tres encuentros no implicaban que la fuera a ver siempre. Seguramente era el único que le daba tantas vueltas.

Cerró los ojos, preparado para dormir y desear que el día siguiente le presentara un panorama mejor.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 22, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

La chica de los Apodos Interminables; Neji HyugaWhere stories live. Discover now