Lᴀ́ɢʀɪᴍᴀs ᴇɴ sɪʟᴇɴᴄɪᴏ [ℭ𝔥𝔦𝔰𝔥𝔦𝔶𝔞 𝔖𝔥𝔲𝔫𝔱𝔞𝔯𝔬] {Vᴏʟ 2}

3 - Y miro hacia atras

Pasaron horas y ella logró escapar, quedó sola caminando sin rumbo con una bolsa en manos. El Rey de Espadas quedó lejos pero era cuestión de tiempo para que la alcance, necesitaba avanzar, irse en algún lugar donde ese maldito no pueda ir.

Otro juego.

Podría ser que fusione o no. Tampoco tiene ganas de pensar en ello, solo irá he intentara ganar un juego.

Ya casi anochecia, decidió hospedarse en aquel lugar... un Tanatorio.
Estando dentro su mirada se centró en la habitación de ahí... reconocía bien ese tipo de lugares, no imagino encontrar uno que no esté en el hospital.

Ah~, le traía tantos recuerdos.

La morgue.

Examino mejor su alrededor, los ataúdes parecían estar descuidados por el pasar de los días: suspiro para caminar y dejar la bolsa donde traía suministros de comida. Tomo asiento y empezó por comer algo, tuvo suerte al encontrar comida que sirva.
Sus pensamientos vagaban en los momentos recientes que paso... en las palabras de Ann.

¿Golpear a Chishiya?

<Él ya no está>

— Yo... me deshice de él. —Murmuró con una pizca de apatía.

Cerro los ojos unos segundos al recordarlos...

Chishiya Shuntaro: alguien que la usó y ella siguió para engañarlo. En un comienzo no planeaba hacer equipos, pero él... su mirada, la confianza, todo le decía que podría quizás, ser alguien útil. Estando sola tardaría en reunir las cartas, y cuando lo siguió supo que hizo bien.
Jamás imagino la calidez que sentiría con ellos, a pesar de sospechar que era un sebo. Tenia esa pequeña esperanza en que Chishiya se retractaria antes.

Llego tarde.

Sabia que recibiría golpes, incluso intentarían matarla. Estaba lista, pero... ¿porqué no se defendió? Ella pensaba; en si era realmente necesario seguir, ni siquiera se sabe si eso la regresará a su hogar. ¿Hogar? Aquello también le dejo dudas, no tiene donde ir ni a nadie en ese mundo.

Pensaba en dejar que la mataran, rendirse ahí mismo, lo merece, por ser una mala hija, por no haber podido salvar a su hermana...

Por asesina y mala compañera.

Sentía que lo merecía, morir con ese preciado bate, de la manera más insufrible y dejarle una gran culpa a esos dos.

Chishiya y Kuina.

<Pero no pude>

No podia morir de esa manera tan humillante, quería algo mejor, irse luchando.

El sentimiento de odio, esa humillación que le traía recuerdos, ver que los malos iban a ganar.
Ella fue ahí solo para una cosa y debía terminar esa misión, tomar las cartas, deshacerse de quien no le es útil... de quién podría ser un estorbo en sus sentimientos.