II

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  Fue una semana después, en la clase de deportes, en la practica de baloncesto, cuando un grupo de ultimo año entro en el gran gimnasio. 

  Jungkook, Jimin y Hoseok se encontraban confundidos, pues aún les quedaba más de media hora de practica. 

—¡Chicos, reúnanse! —gritó de manera eufórica el entrenador del grupo menor, el señor Jiho.— El entrenador Hyuk y yo les tenemos una noticia.

—Como saben, dentro de poco empezara la nueva temporada de baloncesto y todos los años se hace una disputa entre ambos grupos para ver quienes quedarán en el equipo que representara a nuestra escuela.

  Los de ultimo año parecían más experimentados, más grandes y por ende, con más confianza. Jungkook no lograba reconocer a ningún chico. El grupo mayor era extenso, muchos chicos uniformados con la misma gélida expresión que se traduciría como "no me estorbes o te aplastaré".

—De la misma manera se elegirá al capitán del equipo de este año. No  estamos para perder tiempo. Den lo mejor de ustedes y no nos decepcionen. 

  Jungkook era consiente de su condición física, corría de manera audaz y sus saltos eran buenos, pero aún era muy malo con los pases largos. 

  Ser parte del equipo le ayudaría en sus créditos para la universidad y lo mantendría arriba en la escala social. Lo invitarían a una infinidad de fiestas, tendría atención sobre él sin necesidad de aparentar. Agregando el hecho de que el uniforme morado resaltaba sus ojos.

—Muy bien, el juego es sencillo, ambos grupos elegirán un capital temporal y después cada uno elegirá a los integrantes de su equipo. 

—Empecemos con el equipo de ultimo año. ¿Quién será su capitán, muchachos?

  El grupo de ultimo año no tardo demasiado en empezar a crear escandalo y revuelo. Ellos contaban con el candidato adecuado. Un chico un poco más bajo que el resto y de cabello bastante claro se abrió paso con orgullo. 

—Bien, al parecer tercer año eligió. —el entrenador Jiho miro con cierta incredulidad.— ¿Están  seguros con su decisión?

—Aunque no lo crea, entrenador. Ellos están muy seguros de su elección. Min Yoongi, un gusto.—  se presentó con una sonrisa ladina y una mirada altanera.—No me subestimen.

  Luego de un rato debatiendo, se decidió que el equipo de segundo año tendría a Wooshik, un chico con rostro amable y que apenas superaba el 1. 80 m, como capitán. 

  La espera por la selección de jugadores parecía interminable, Jimin no fue seleccionado, por lo tanto se fue a reserva. Hoseok fue el segundo al que eligieron, era de esperarse, su agilidad y reflejos estaban por encima de todos.  Sólo quedaba una vacante, aun había 5 chicos esperando junto con todas sus ansias por ser seleccionados.  

  Jungkook sabia que sería seleccionado, todos ya lo habían visto jugar antes, era innegable su talento y fuerza. Siempre regalaba sonrisas piadosa y halagos a su compañeros. Jungkook era el sinónimo perfecto de lo que significaba ser un "buen jugador".

—Jungkook, entras —mencionó Wooshik. 

—Claro, eliges a los jugadores más obvios y dejas el arma secreta al final. —contesto Min, después de haber descifrado el silencioso plan de Wooshik— Es bueno saber que pensamos igual. Muévete, Kim. No me hagas quedar mal.

  Fue entonces que lo vio de nuevo, una semana después, con una banda en el cabello y cierto cinismo en su rostro.  Solo pudieron dedicarse una pequeña sonrisa, debían mantener rivalidad. 

  Estaban a punto de enfrentarse, cuerpo a cuerpo, mientras intentaban ignorar esa voz en sus cabezas que decía que era mejor permanecer juntos. El magnetismo era evidente. 

Los ojos nunca mienten. 

—¡Todos! ¡A sus posiciones! — anunció el entrenador Hyuk, cerrando con un silbido del silbato.

  Wooshik  y Yoongi se posicionaron como base, ambos se encargarían de tener el control la mayor parte del juego.  Jungkook y Taehyung se posicionaron como aleros, harían los pases cortos y apoyarían a la parte defensiva del equipo. 

  Taehyung no pudo ocultar su satisfacción al saber la posición de Jungkook. Algo dentro revoloteaba de solo imaginar a aquel chico "frágil" empujándolo, halando de él, interponiéndose en su camino. Todo con la finalidad de someterlo. 

—Borra esa sonrisa tonta. —dijo Jungkook cuando no pudo ignorar la obviedad con que Kim lo hacia.— No soy tan malo como aparento. 

—Eso lo se, pero debes admitir que tus pases largos son malos. —respondió Taehyung mientras hacia un puchero en forma de burla.

—Son terribles. —contestó Jungkook, intentando, al igual que Kim, contener sus risas.— Pero eso no evitará que gané, he mejorado mucho.

—Suenas muy convencido. ¿Quieres apostar?

—¿Tienes algo en mente? —Jungkook hubiera jurado que aquello sonaba menos provocativo y necesitado en su mente. 

  No era tiempo de echarse para atrás por el miedo. El chico frente a el era lindo, gracioso y parecía decente, estaba seguro de que Taehyung sentía algo por el. 

  Desaprovechar esa atención que obtenía de Kim era algo que no podía rechazar.

—Bien, eres de los que toman la iniciativa, eso me gusta. —dijo mientras miraba los labios que todas las noches se colaban en sus sueños.— Si yo gano, tú saldrás conmigo en una cita. —directo, Kim odiaba las curvas.

—Y si yo gano...

—Si ganas buscaré cualquier otra maldita excusa hasta que salgas conmigo. Aún si eso significa que debo jugar 20 partidos más para lograrlo. 

—No pierdes el tiempo. —el coqueteo era evidente, la necesidad de estar cerca. —Si yo gano me invitaras el almuerzo durante una semana.

—Es hermoso hablar el mismo idioma.

El silbato sonó, ambos equipos estaban listos.

 El juego había iniciado.

My boy.Where stories live. Discover now