¿Trato o no trato?

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Mientras caminaban por los pasillos, Asano se sentía cada vez más nervioso, y aunque sabía perfectamente como ocultarlo, los latidos de su corazón lo delataban completamente.

Karma solo sentía demasiada felicidad por dentro, ya que, el chico amargado, el más amargado de todos los chicos que conocía, y que karma creía que si se enterara de sus sentimientos, sería capaz de expulsarlo del colegio si el pelinaranja no sentía lo mismo...le correspondía, ¡Gakushuu Asano el presidente del consejo estudiantil de la kinugigaoka y el chico más guapo de la escuela (para karma), le correspondía! Karma de verdad creía que el chico solo se burlaría de él, y lo último que se imaginaba era que él le correspondiera, y solo quería decirle sus sentimientos o poder acercarse más a él.

-Akabane

-¿Que pasó príncipe naranja amargada?.

-Deja de llamarme así.

-¿Le afecta al niño perfección?, ¿qué desea su majestad?.

-No soy un niño, delincuente de quinta. Gracias por sacarnos de ahí, supongo que querrás algo a cambio.

-Se ve lo mucho que me conoces, segundo puesto-kun, bueno, pues solo tienes que prometer que cumplirás lo que te pida.

-Pues depende de qué se trate, y de cuánto tiempo sea necesario.

-Tomaré eso como un sí, presi. Pues bueno, mi humilde petición, es que tú me lleves batidos de fresa a mi clase; ya que, las reglas dictan que lamentablemente yo y los de mi clase no podemos estar en el campus principal.

-Ahórratelo, Akabane. No te quiero agradecer nada, tomaré tu ayuda como un regalo.

-¿Segundo puesto-kun, no quieres agradecerme por haberte salvado?, ¡Bah! Para eso me hubiera quedado con mis compañeros, no hubiera tenido que incluso dejar mi valioso tiempo libre en mi fabuloso y cómodo árbol favorito solo por venir a ayudar pensando que el presidente del consejo estudiantil me hubiera puesto un castigo por no haberlo ayudado ¡ay, pobre de mi!, el ego de esta naranja amargada está tan alto que ni di quiera me quiere dar las gracias por haberlo ayudado en un momento tan difícil como ese y encima sacrifique que me pongan un castigo por estar aquí solo para que no me quieras ni agradecer.

-Ya Akabane, no lograrás nada con eso.

-Entonces tampoco me agradecerás el haberle dicho ya a tu padre que nos casaremos y haberte ahorrado una explicación, no puedo creerlo, cuán malo puedes ser, ¿Qué hay de los niños?, ¿¡Y Max, nuestro perro!?-Aunque era algo ya normal en Akabane, el bromear de esa manera ocasionaba que las mejillas de ambos se le colorearan de un rosa ligeramente notable.

-Akabane, ya detente -Aunque el semblante se le notaba serio, sus nervios habían aumentado, al mismo tiempo que su corazón parecía ir más rápido (cosa que solo le pasaba con el ojimiel), al punto de creer que el otro había empezado a escuchar, y el pelirrojo no estaba tan lejano al estado del ojiamatista.-B-bien, te llevaré los malditos batidos de fresa que quieres, pero tendrás que esperarme en la colina fuera de tu aula

-Corrección, el trato es hasta mis manos, en mi aula, no hasta la puerta ni en el bosque.

-Nunca dijiste eso.

-Pero igual aceptaste.

-Jodido Bakabane.

-Naranja amargada.

-Voy tarde a mi clase idiota, así que ve tu solo a la tuya.

Ambos solo se dieron una última mirada de competición antes de irse a sus respectivas aulas, el pelinaranja esperando un reclamo del profesor por haber llegado tan tarde a su clase y el pelirrojo ya esperando los comentarios de todo su salón. Mientras la clase del End (en su mayoría), al fin tenia algo con lo que joder la vida a Karma, y con razones, porque este jodía a todo el mundo y sin contenerse ni excepciones.

Sus sentimientos - KarushuuWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu