8.

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RED



Corro tomando aún de la mano a Myra que no se le ve nada de ganas en querer seguir a nuestros amigos que ya están enfrente de nosotros junto a los nacidos en osadía.

-Venga Myra.

-Es que tengo sueño, Red -Se queja en un puchero mientras arrastra sus pies detrás mío. -¿Es realmente necesario ir?

La veo por sobre mi hombro. -Sí, Eric parece planear esto, ya has visto como le ha contestado a Tris, no hay que poner lo aún más de malas.

-Ya que.

Caminamos y llegamos junto a Tris que charla con Christina mientras esperamos el tren.

―¿Tiempo estimado? ―escucho como pregunta Eric a Cuatro.

Esté mira su reloj. ―Cualquier momento. ¿Cuánto tiempo te toma memorizar el horario del tren?

―¿Por qué debería, cuando te tengo a ti para recordármelo? ―dice Eric, empujando el hombro de Cuatro y sonrió divertida a lo que Cuatro me mira sobre sus pestañas y rueda los ojos.

Últimamente es su pasatiempo favorito cuando me ve.

-¡Hadita roja!-Ahogo un grito cuando siento como me toman por los hombros con entusiasmó y levanto la mirada encontrándome con el rostro divertido de Uriah.

Esta vez yo ruedo los ojos.

-Maldita sea, Uriah-le regaño y ríe abiertamente. -Te dije que dejaras de decirme así.

Le golpe el estómago y se queja divertido.

Myra me observa con una ceja alzada y me encogí de hombros señalando a Uriah.

-Se lo ha ganado.

Myra sonríe divertida.

-Uriah, un gusto-Se presenta el moreno con una sonrisa amigable a mi pelinegra amiga que le corresponde igual.

-Myra, amiga de "La hadita roja".

La veo con expresión ofendida y ambos ríen.

-No te le unas, Myra-Se encoje de hombros y ruedo los ojos para ver a Uriah con curiosidad. -¿Sabes lo que nuestro irritante líder planea hacer?

Uriah mira sobre su hombro a Eric que está junto a unos tipos con cara de malote.

-La verdad... -Habla Uriah con voz baja y sospechosa por lo que Myra y yo inevitablemente nos acercamos más para escuchar como si fuera un secreto. -No lo sé.

Bufó. -Oh vamos, Uriah.

Ríe. -¡¿Qué?! No lo sé todo, rubia.

-A ti te encanta decirme de todas maneras menos por mi nombre. -Me quejo y él se acerca más divertido.

-Puedo decirte cómo quieras, hadita, solo dime lo nena-Alega con voz más varonil a lo que Myra y yo compartimos miradas para después soltar la carcajada abierta.

𝗥𝗘𝗗. | 𝗗𝗶𝘃𝗲𝗿𝗴𝗲𝗻𝘁𝗲.Where stories live. Discover now