Amor en el Trabajo

El Principio de Todo

POV María Guadalupe: 

Entré en la oficina del director prácticamente sacando humo por las orejas, todavía no podia creer que quien iba a ser mi compañera de trabajo fuera la mimada de Juana, ella siempre había sido mi rival desde que tengo memoria, y ahora resultaba que la persona que mas he odiado desde que tengo tres va a ser mi nueva compañera de trabajo. Lo único bueno que salió de nuestra situación era que YO gané el primer puesto y dejé a Juana de segunda. Eso es lo bueno de no tener amigos, me puedo enfocar más en mis estudios y ganar.

"¿CÓMO RAYOS SE ATREVE USTED A PONERME A TRABAJAR CON LA ASQUEROSA DE JUANA? ¡ME CAMBIA YA O LLAMO A LA POLICÍA!" le dije al director agresivamente mientras que el abría la puerta de su oficina. Yo hago lo que sea para conseguir lo que quiero. 

El director se sentó y se rió relajadamente.

"Lamento informarte que, o te quedas con tu compañera actual o TE VAS." El director señaló a la puerta, "No estoy para seguir peleando contigo. ¿O es que tú quieres perder otro trabajo? Recuerda, ya te han botado de TRES distintas escuelas."

Decidí que no tenía la energía ni las ganas de pelear con ese viejo mañoso. "Bien, no quiero pelear contigo. Pero no esperes que me comunique con Juana DEL TODO. Adiós." Salí de la oficina y furiosamente caminé hacia mi cubículo cuando, en el momento justo, encontré a Juana sentada trabajando en su cubículo, corrigiendo exámenes.

"Hola Maria Guadalupe. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi. Bienvenida al colegio, supongo." Juana tenía una expresión fría en su cara.

"Hola Juana. No esperes que yo quiera hablar contigo. Y tú muy bien sabes por qué."

Me senté en mi ahora nuevo cubículo, el cual estaba al lado del de Juana y decidí concentrarme en mis horarios ya que a la mañana siguiente tenía que empezar a dar clases en mi nueva consejería, el 7B.  

"No me sorprende que te hayan dado al peor salon como tu consejería" me dijo la hipócrita de Juana levantándose con sus exámenes entre sus brazos. "No es por nada que todos lo llamen el salon del diablo". 

Eso me hizo sobresaltar "¿El salon del diablo?" ¿Qué querría decir ella con eso? Giré sobre mi silla viéndola directamente hacia sus ojos color miel profundo, de los que cualquiera podría perderse en. Abrí mi boca para preguntar, pero antes de siquiera poder decir algo ella me respondió como si leyera mi mente. 

"Absolutamente nadie quiere ir a dar clases en ese salon, los niños se comportan como mismos animales sacados de un zoológico, algunas maestras dicen que entrar en ese salon equivale a entrar en el infierno, y digamos que ahora el nombre que todos le dan a ese salon tiene mas sentido viendo a quien pusieron de consejera." Dijo lo último con un aire de superioridad que seguro se olería de acá a China.   

Luego de que Juana salió, fui a mi carro donde tenía guardadas las nuevas decoraciones para el tal "Salón del Diablo." Después regresé al salón y pegué todos los pósters nuevos. Casi todos eran de geografía, pero algunos eran de inglés o ciencias, incluso español y matemáticas. Quería que las profesoras se sintieran cómodas en mi salón aun que ya fuera la mitad del año y ya hubieran todas dado clases en aquella aula. 

Pasaron unos cuantos minutos y por fin había terminado de ordenar aquel desastre y ya había terminado de pegar todo lo que tenia que pegar. Revise el reloj que estaba colgado al fondo de aquel aula color verde manzana y pude notar que este ya marcaba las 4:45 pm. Agarre las cajas en las que había llevado mis cosas y papeleos a mi nuevo trabajo y salí del salon apagando todas las luces que quedaban prendidas, me pase por mi oficina para dejar unos cuantos cuadernos, lápices, engrapadoras y papeles. Agarré mi cartera la cual había dejado sobre una silla que estaba al lado de la puerta y salí de aquella escuela en la cual ahora trabajaba y entrando a mi carro para irme a mi casa a descansar, ya que mañana seria un día muy agotador y eso lo tenia por asegurado.