𝐓𝐎𝐆𝐄𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐔𝐍𝐓𝐈𝐋 𝐃𝐄𝐀𝐓𝐇┃(Book 2) Laughing Jack

🥀𝔓𝔞𝔩𝔞𝔟𝔯𝔞𝔰 𝔇𝔢 𝔏𝔞𝔲𝔤𝔥𝔦𝔫𝔤 𝔍𝔞𝔠𝔨🥀

Compréndeme si puedes.

Admito que las cosas que he hecho no las puedo justificar. Aunque fueron malas, para mí se sintieron buenas.

Ahora tu cuerpo está en mis brazos. Tu rostro está muy pálido, todo de tí lo está. Acaricié tu mejilla, la cuál se siente muy fría, pero aún así, no dejas de ser muy hermosa.

La mujer más hermosa de todas.

Mi bella mujer.

No pude cumplir la promesa que te prometí. Yo sólo quería que me amaras como yo a tí.

Vuelvo a tocarte, más ya no te siento, pero sé que eres tú.

Te abrazo más hacia mí y sostengo tu cabeza con toda mi mano para apegarla a mi pecho.

Te amo, Scarlett.

Y aún después de la muerte te seguiré amando. Estando muerta no dejas de ser mía.

Mis manos tiemblan de tan sólo tenerte muerta en mis brazos y recordarte cuando eras muy pequeña.

«¿¡Qué se supone que voy a hacer ahora, Scarlett!? ¿¡Por qué me dejaste!? ¿¡Por qué me abandonaste!?», grito mentalmente mientras sacudo tu cuerpo del enojo. Empiezo a mecerme constantemente rápido de adelante hacia atrás.

Me levanto con tu cuerpo en mis brazos, caminando entre la densa y fría oscuridad de ésta casa, sí, la que era tu antigua casa cuando viniste por primera vez a Londres cuando eras una niña. ¿Recuerdas, mi amor?

«Por primera vez me siento débil y vacío».

Entré al que antes era tu cuarto y te dejé con cuidado en la cama. Tu cuerpo reposa sin vida, no se mueve a causa de la respiración, permaneces sin ninguna reacción de vida.

«Patético, Laughing Jack llorando y lamentándose por la pérdida de una mujer. Pero no era cualquier mujer, era mi Scarlett, la madre de mi Laila».

Fuí tan cruel pensando que yo te hacía el bien con cada acción, palabra y pensamiento que te dirigía. Lastimaba la parte más sensible de tí.

Cuando te hacía el amor, tú me rogabas por piedad y yo rogaba por más. Cada “no” que salió de tu boca yo lo malinterpreté como un “sí”.

Mi conciencia me decía que estaba haciendo lo correcto, que la llave que bloqueaba la puerta de tu habitación te protegía del terrible exterior. En realidad, eso te estaba dañando.

No sé cómo deshacerme de éste dolor, de éste dolor que tú muerte provocó.

Quiero que sepas que siempre conservaré cada recuerdo tuyo en mi retorcida mente, incluídos aquéllos recuerdos que más aprecio; Cuando eras una niña. Tus gritos, tus llantos y tus súplicas seguirán siendo como una carga imposible de soportar en mi espalda. Hasta ahora no siento que haya hecho nada malo, porque lo que menos quería era provocarte dolor, angustia, ansiedad, miedo o cualquier otro tipo de sentimiento negativo.

Me metí con cuidado a tu cama contigo, así como lo hacía todas las noches cuando venía a verte, cubrí tu cuerpo y el mío con las tibias sábanas. Me dediqué a observarte y admirarte en silencio; Se me escapó una risilla amarga y nostálgica al recordar cómo luchabas contra mí cuando quería tocarte y hacerte el amor. Y ahora, simplemente, estás quieta y descansas respirando sin vida.

He vuelto a sanarte y reconstruir tu vientre, pero tú cada vez estás más pálida y opaca, no mejoras, ni hay reacción alguna. Me temo que ésta vez sí llegué demasiado tarde a salvarte, perdiste mucha sangre, todo pasó tan rápido que no me diste tiempo de nada.