𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟏

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¿Por qué? ¿Por qué cada vez que lo miraba a los ojos, se iba a otro mundo? Un mundo en el que solo estaban ellos dos, eso no puede estar pasando.

─¿Ana? ─vio a su hermano echado en su cama poniéndose sus lentes─ ¿Estás bien?

─¿Puedo?─señalo la cama a su costado a lo que él le hizo un espacio.

Ella se echó y quedo mirando arriba, Harry hizo lo mismo poniendo su mano como almohada. Sabía que había pasado algo cuando vio sus manos bien vendadas, pero no supo que decir así que se quedó callado, solo sabía que su hermana necesitaba descansar, ya después le preguntaría todo lo que estaba rondando por su cabeza desde que le grito a Dumbledore.

No pudo dormir en toda la noche, y cuando vio que ya estaba amaneciendo decidió levantarse, salió cuidadosamente de los brazos de su hermano que la había abrazado en la madrugada, cuando eran niños era igual. Agarro su varita, bajo a la sala común y encontró al prefecto de Gryffindor.

─Sabes que no puedes do-

─No estoy para tus sermones, tengo mucho en que pensar, lo siento. ─ él ya le había dicho un par de veces que no podía dormir en la cama de su hermano, pero ayer de verdad lo necesitaba.

El chico no le reclamo nada más porque sabía por lo que estaba pasando, todo el colegio sabía que ella no estaba de acuerdo con que participaran en el torneo y por eso se quedó callado y siguió su camino como Ana, ella se dirigió al despacho de Minerva, sabía que ella podría entender.

Al llegar al despacho de Minerva, abrió sin tocar como es costumbre, la encontró en su silla mirando a la nada con las manos juntas como si estuviera pensando, después de un rato de estar sentada al frente de ella, minerva se despertó del encanto y la miro.

─Hice todo lo posible para que Albus los dejara fuera de esto, pero Snape también está de parte con Albus y Barty.

Ana al escuchar lo que dijo se enojó, salió con los llamados de Minerva detrás de ella, trato de abrir la puerta de Snape igual que con Minerva, pero esta estaba cerrada, empezó a tocar y tocar, hasta que él le abrió.

─¿A caso quieres que yo muera?

─Ana tranquilízate.

─Es que ni siquiera importo yo, no importa si yo llego a morir... Snape. Lo que a mí me importa es mi hermano, él es la única persona que tiene que estar bien, es la única persona que debe estar bien, es la única persona que esta sobre todas las cosas.

─Le propuse a Dumbledore que solo participara Harry, deja que solo participe él, no te metas.

Un pitido en su oído izquierdo otra vez, esto no traería nada bueno. Lo que más le dolía era que Snape que era como su padre estuviera de acuerdo que Harry participara en el torneo y arriesgara su vida.

─¿Qué me estás diciendo? ¿Cómo se te ocurre que voy a dejar que mi hermano participe? ¿Qué te pasa, Snape? Es como si no te conociera, como si no me conocieras.

─Ana no puedes participar en el torneo.

─ ¿Qué?

Miro a Snape sin creer lo que decía, sabía que algo pasaba, algo sabia Snape que no quería decirle, pero ¿Qué es? ¿Qué le ocurre?, salió de su oficina enojada, estaba frustrada y muy enojada, eso no le sentaba bien ya que no había comido nada desde la noche anterior, sentía su garganta seca y sus manos y pies helados. Pero eso no le impediría hablar con Dumbledore, tenía que hablar con él de las cosas que no pudo hablar ayer.

Ahora tenía algo bien en claro y era que Harry no iba participar en el torneo, primera muerta.

Empezó a caminar rápido para su oficina con el ceño fruncido que no se dio cuenta que los prefectos de cada casa salían de una reunión en una habitación, Cedric al verla le sonrió, pero esa felicidad se desvaneció cuando la vio enojada, al ver que iba pasar sin saludar la quiso agarrar del brazo, pero ella rápidamente lo esquivo y siguió su camino ignorándolo completamente.

𝐀𝐍𝐀 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 - 𝐂𝐄𝐃𝐑𝐈𝐂 𝐃𝐈𝐆𝐆𝐎𝐑𝐘Where stories live. Discover now