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"Entonces aquí es donde estoy
Colgando de un sentimiento"

Cristian observa a los directivos de los Tottenham HotSpurs, traga duró, el momento de tensión era grande. Él no quería llegar hasta esas instancias, pero las cosas eran incómodas en cierto punto. Los hombres ingleses los miraron con curiosidad, el argentino suspira.

Las cosas empezaban a resultar tensas para él. Amaba su carrera, amaba lo que hacía, pero ya no podía afrontar las cosas de la misma forma que lo estaba haciendo, no podía ver a Son Heung min siendo feliz, mientras que él era un manojo de nervios cada tanto.

— Tú pase no puede ser posible — dice uno de los directivos, relamio sus labios, era obvio que se iban a negar, pensó él. 

— La temporada apenas está empezando, tú eres un buen jugador para nuestras filas, uno de nuestros mejores defensas. No podemos permitir perder a un buen jugador — habla otro señor.

Cristian asiente y dieron por terminada la reunión, con un suspiró camino por el pasillo en silenció, sintiéndose mal, le habían negado el pase, iba tan distraído que su cuerpo choca contra el de otra persona, el argentino observa a la persona con la que se tropezó, rueda los ojos fastidiado.

— ¿Qué tienes? ¿Por qué vienes de las oficina de los directivos? — el coreano lo miró con cierta duda.

— ¿Por qué te importa? – responde de una forma cortante tratando de alejarse del contrario.

Cristian observó a su ex-pareja frente a él, tenía barba de unos días, su cabello un poco desordenado y una capa de sudor en su frente, vestía con el uniforme de entrenamiento al igual que él. 

— ¿Te dijeron algo malo? Sí quieres puedo hablar con ellos y.. — Cristian lo interrumpe.

— No hace falta, me las puedo arreglar yo solo — dice para dejarlo en medio del pasillo, su corazón latía de manera rápida y sus manos sudaban.

Odiaba a Son Heung min, lo odiaba tanto, siempre actuando como si él no hubiese tomado su corazón y lo haya pisoteado, le molestaba verlo sonreír como si nada pasará, cuando él tenía que ir a terapia, quería darle un golpe en la cara, pero lo detenían muchas cosas. Entró a los vestuarios del lugar para darse una ducha rápida y ponerse ropa cómoda, tomó sus cosas para ir a su auto y regresar a su hogar, a su solitario hogar. Entró a su habitación y se dejó caer en la cama, oculto su rostro en la almohada, estaba estresado. Cuando su cuerpo se estaba relajando y sus ojos cerrando del sueño, escuchó el timbre resonar por toda la casa, levantó su cabeza confundido, ya que no esperaba a nadie y fue abrir con notoria pereza.

Se sorprendió al ver a Lisandro con una sonrisa, parado en su entrada.

— ¿Qué haces aquí? —pregunta sorprendido al ver a su amigo.

— Vine a verte — dice, Cristian se hace a un lado para dejarlo entrar a su casa. — Hice milanesas con papas — deja la bolsa con unas bandejas adentro.

— ¿No estás ocupado? —pregunta. — Digo, se supone que se está jugando la Champions League — dijo.

— Hice tiempo para verte — Cristian quiso ignorar el sonrojo de las mejillas de su amigo, pero no pudo, una sonrisa se dibujo en su rostro.

Se dirigió abrir la bolsa al mismo tiempo que Lisandro, haciendo que sus manos se rocen.

— Lo siento — Dice Lisandro y Cristian ríe un poco avergonzado.

Cristian abre las bolsas de comida y Lisandro le pasa los platos.

— ¿Por qué decidiste venir? —pregunta Cristian sirviendo la comida en el plato, para darsela al contrario.

— Hoy tuvimos libre el día... No tenía nada que hacer — sonríe para tomar los cubiertos y empezar a comer. — Así que decidí venir.

— Gracias —dice Cristian para mirar a su amigo.

— ¿Por qué? — Lisandro lo mira con duda en los ojos.

El pelinegro se acercó al contrario y le dio un abrazó, tomando por sorpresa a su acompañante, el rubio rodeó sus brazos en la cintura de su amigo, sintiendo como este ocultaba su rostro en su cuello, los latidos de su corazón sonaban acelerados y su respiración estaba agitada. ¿Estaba llorando? Pensó Lisandro.

— Cristian — llamó el rubio.

No respondió, las lágrimas estaban deslizándose por sus mejillas mientras empapaban la camisa de su amigo, sintiendo la calidez del cuerpo contrario, la mano de Lisandro subió y bajo por su espalda haciendo que se calmará, su cabeza era una mezcla de emociones, por más que intentará ser fuerte, él no podía.

— Eres una persona fuerte — dice.— Está bien que llores, no puedes retener tus sentimientos — murmura. — Siempre me vas a tener para apoyarte...

Cristian levanta su rostro y observa a su amigo, Lisandro limpió sus lágrimas y dejó un pequeño besó en su frente.

— Sí no estás bien, no es necesario que lo actúes — lo mira con cariño.

Cristian vuelven abrazar a su amigo, sintiendo la calidez en sus brazos, empezaba acostumbrarse a estar en los brazos del contrario, estos lo rodeaban por completo, haciéndolo sentir seguro y sin ninguna preocupación, los sentimientos que crecían dentro del pelinegro estaban siendo muy de la nada, pero la seguridad y el cariño que le transmitía su amigo, hacía que su corazón se sintiera apaciguado, como si fuera la calma después de la tormenta.

— siempre estaré aquí — su suave voz susurra en su oído, enviando choques eléctricos a su corazón.

Aquellos sentimientos que Cristian creía marchitados, empezaban a florecer, pero el miedo empezaba envolverlo, un montón de incógnitas que no sabía comí responder, ¿Lisandro gustaba de él? ¿Recuerda aquella noche en la que se besaron? ¿Lisandro le gustaba...? Pero no podía responder ninguna de ellas, no quería perder a la única persona que ha estado con él y para él en cada momento, el único apoyo que ha tenido en esos últimos meses.

— Cristian... No sobre pienses — Lisandro lo saca de sus pensamientos. —  los malos momentos pasarán...

Y se sentía como un alivio tenerlo junto a él. Ya no podía ocultar que su corazón empezará a latir por alguien más

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Me duele mucho la cabeza, alguien cortela

Que lindos mis padres los amo

Recuerden nada es una coincidencia y que licha best boy

Los tqm♡

bad omensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora