|07|

3K 142 23
                                    


Jude !

Apenas desperté decidí enviarle un mensaje a mi amiga por lo de su teléfono.

Jude ;💌
Emma, olvidaste tu teléfono –
6:47pm
Dios–
6:48pm
Verdad que yo tengo tu teléfono–
6:48pm

Pero que tontería, juro que olvidé que yo traía su celular y eso que me considero como una persona inteligente. Igual no borre el mensaje, asi tal vez se ría un rato, o tal vez me haga bullying de por vida.

Sentí mi teléfono vibrar, indicando que alguien me estaban llamando, rápidamente lo tomé, y era Jobe, mi hermano.

¿Qué tal? –habló a través de la linea.

Aburrido, aquí no hay mucho
que pueda hacer.

–Hoy tengo el dia libre ¿Tu
estás desocupado?

Si, aunque justo ahora no puedo,
tengo algo que hacer, pero
¿Podrías venir como a las 2:00?

–A las dos estoy ahi. Adiós –y sin
más corto la llamada.

Tomé el celular de Emma, y salí de mi habitación, para ir a devolvérselo.

Estando ahi afuera espere unos segundos, pero antes de tocar la puerta esta se abrió dejando ver a Emma, quién salto y dio un pequeño grito al verme. Yo comencé a reír al ver su reacción.

–Dios, Jude –tapo su cara avergonzada– Casi me matas de un susto.

Me empujó mientras reía.

–Lo note –hablé comenzando a tranquilizarme.

–Justo iba a buscarte.

–¿Si? Y para qué –pregunté recargandome en la pared.

–Quería saber si has visto mi celular, hoy cuando desperté no lo tenía, y no tengo idea de dónde puede estar. Mamá va a matarme si lo perdí.

–Tranquila, ayer lo dejaste en la banca –comenté entregándoselo– ¿Tienes algo que hacer esta tarde?

–Hoy viene mi hermano, no sé si quieres conocerlo, tal vez te agrade.

–Claro, ¿Pero a el no le molesta? Digo, tal vez quiere pasar tiempo contigo.

–No le molesta, de hecho le encanta conocer gente nueva.

Ella asintió con una linda sonrisa.

–Por cierto, ¿Cuantos años tiene?

–Dieciséis. A todo esto, aun no se tu edad –la mire con curiosidad.

–También tengo dieciséis, los cumplí nueve de Febrero, ¿Tu cuántos tienes?

–Diecisiete, pero los cumpli el veintinueve de junio.

Por suerte no es tanta la diferencia. Ella asintió con una sonrisa.

Un lado positivo es que ahora hay una nueva razón para llamarla enana.

–¿No estas pensando en ponerme algún apodo verdad? –se cruzó de brazos.

Reí al escuchar sus palabras, ¿Cómo sabía lo que estaba pensando?

Me di la vuelta, comenzando a caminar en dirección a mi cuarto, el cuál no estaba a más de cinco puertas.

–Nos vemos a las 3:00, enana.

Look at me || 𝐉𝐮𝐝𝐞 𝐁𝐞𝐥𝐥𝐢𝐧𝐠𝐡𝐚𝐦Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon