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¿Por qué no se olvidan las cosas que se aman?
En cambio se quedan enterradas en el alma.
En heridas profundas y frescas,
Es invierno, el verano aún no llega.
Las burbujas flotaban alto
El sol era cálido y magnánimo
El aire entonces me sabía a dulce,
Pero ya no queda sabor.
No hay plantas, ni aves ni ardillas
El aire es nuevo, tan nuevo que asfixia.
No hay café regado en el piso
No hay más burbujas, ni balcón.
El jardín está seco, sin hojas ni flores.
En los caminos hay sal, hay barro y nieve
¿Por qué no se olvidan las cosas que se aman?
Acá es invierno, el verano se perdió.
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© 2022 Arual Zoriuq