🔥━16

667 54 3
                                    

Alicent no pudo ocultar su expresión de sorpresa y, por decir lo menos, decepción mientras observaba en detalle cómo la Targaryen más joven, cuya hija era ella, entraba al comedor sin previo aviso y sin tener en cuenta el protocolo real y el deber...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Alicent no pudo ocultar su expresión de sorpresa y, por decir lo menos, decepción mientras observaba en detalle cómo la Targaryen más joven, cuya hija era ella, entraba al comedor sin previo aviso y sin tener en cuenta el protocolo real y el deber de cuidar a una dama, con un vestido negro intenso sobre su cuerpo admirable, ceñido al busto y caderas, confeccionado en una seda tan liviana que era posible notarlo de lejos, moldeaba sus curvas más de lo debido siendo ella una Princesa en el mismo tiempo que era claro lo cómodo que era, tenía delicados adornos y adornos de oro y rojo, y era más oscuro que el cielo esa noche, solo que no más fatal que la chica que lo usaba.

Otto puso los ojos en blanco al ver a la niña moverse con gracia hacia la mesa como le había enseñado e instruido más de una vez la Septa Iris e incluso él mismo, con pasos decididos y se habría quedado en silencio si todos los presentes no hubieran tenido sus ojos en él. La atención se fijó en la Princesa Salvaje, haciendo que el lugar fuera extremadamente silencioso.

Miró a su abuelo sin bajar la mirada ni pestañear, demostrando que no le importaba lo que él pensara, y realmente no le importaba. Daemon no pudo contener una risa sarcástica al ver la escena, y Rhaenyra golpeó levemente su pierna para que se detuviera, pero no sirvió de nada, después de todo, nadie detuvo a Daemon Targaryen, la nieta desafiando a su abuelo,–tal vez esto la cena no es tan aburrida como pensaba, tendré algo de diversión viendo el desamor de este anciano.–pensó el Príncipe Rebelde, orgulloso de su sobrina por no inclinar la cabeza ante nadie.

Bueno... eso ciertamente lo obtuvo de él.

Astorya se acercó a su padre y le dio un beso en la frente, Viserys sonrió y tomó su mano cariñosamente entre las suyas.

—Me alegro de que estés mejor, cariño. Ahora que mi hija está aquí, podemos comenzar nuestra tan esperada cena familiar.

Astorya sonrió, sin mostrar los dientes y miró a todos en esa mesa, incluyéndolo a él, pero no se permitió mostrar nada más que una simple sonrisa educada, como había hecho con todos. Analizó los asientos, finalmente encontró el suyo, solo había un asiento libre... Y por suerte para ella, estaba al lado de Helaena y Baela–que por mucho que no le gustara la hija mayor de su tío, era mejor que el otra opción que estaba imaginando–y para su mala suerte, enfrentándose a Jacaerys, quien estaba al lado de Luke y Aegon...

Horrible combinación, que Aemond no estuviera a su lado, era hermosa y completa estupidez del Rey pensar que su Casa será la misma que hace seis años.

Que algún día seguirían siendo aliados, compañeros y amigos... Era un sueño tan dulce, y por eso mismo era sólo un sueño.

Ahora había problemas más grandes que ya no podían resolverse.

Traiciones planeadas y escondidas bajo alfombras y títulos, abren heridas sangrientas, que en vez de sanar con el tiempo, solo se propagan por las estructuras de lo que alguna vez fue la familia Targaryen, que no solo fue resquebrajada, sino destruida. Y cuando un objeto se destruye, nada puede arreglarlo... ¿Cierto?

𝐇𝐎𝐔𝐒𝐄 𝐎𝐅 𝐖𝐀𝐑 𝐀𝐍𝐃 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝒇𝒕. jace velaryon (CANCELADA)Where stories live. Discover now