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⭐️ "era verano y tu tan bonita"
toni o como todos empezaron a reconocerlo "Junior H", empezó a tener fama por sus letras y corridos que enamoraban a cualquiera.
pero esas letras siempre tenían un significado, ella, aquella...
La luz del sol proveniente de la ventana me hizo despertar.
Quise moverme para girar a tomar mi celular pero me encontré con una Dani dormida sobre mi pecho, se veía hermosa.
Su cabello revuelto, su respiración era tranquila y no emitía ningún ruido.
Su mano abrazaba todo mi pecho y su cabeza estaba sobre mi hombro, un rayito de luz cubría una parte de su cara, quisiera que esté momento durará para siempre.
Para mi mala suerte, no fue así.
Una llamada entro, no era mi celular, era el de Dani.
¿Quién podría ser?
En la pantalla pude ver el nombre de él.
Es él.
"Hassan 💋"
¿Por qué lo tenía así agregado? ¿Eran algo mas que amigos? ¿Me mintió?
¿Qué quería? ¿Por qué la llamaba y tan temprano?
No contestaré, veré si manda mensajes.
Y si, así fue.
Voltee a ver el celular de Dani.
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Mi respiración se paralizo, mi mandíbula se tensó, sentí mi corazón quebrarse.
¿Era real lo que estaba viendo? ¿En serio le llamo hermosa?
¿Después de la noche que tuvimos ella seguía pensando en él? ¿Le había mandado mensajes estando conmigo? ¿Al menos el sabrá que pase la noche aquí?
Me sentía traicionado, usado.
No creía lo que estaba pasando.
Deje el celular donde estaba, no aguantaba un minuto mas aquí, verla a ella abrazada a mí, sabiendo que ella quería a otro.
No era a mí a quién quería. Me sentía estupido, usado, traicionado.
Me levanté con cuidado de no despertarla, me puse mi ropa, tome mis llaves y salí de aquella casa.
Con lágrimas en mis ojos, subí a mi auto.
Iba manejando rumbo a mi casa, no quería pensar en nada, quería tomar, alcoholizarme hasta quedar en un coma etílico o alguna cosa así; o despertar y que esto solo sea un mal sueño.
Despertarme y ver otra vez a Dani acostada sobre mi y que esto jamás haya pasado.
Pero no, era la realidad.
Manejando vi un oxxo, me aparqué; entré y llegué a la caja.
— Me da dos botellas de Don Julio 70 por favor.
— ¿Algo más? – respondió la cajera.
— Nada más. – respondí seco.
— Son 2,398 por favor.
Saque los billetes y pagué, tomé las dos botellas; le di las gracias a la cajera y salí del oxxo.
Subí a mi carro y dejé las botellas en el asiento del copiloto.
Voltee a ver las botellas, dudé.
Después volví a pensar en Dani y tome una botella de aquel tequila que tanto amaba y sin pensarlo, la abrí.
Bebí de ella hasta que mi garganta aguantara, sabía como a agua.
¿Debía hacerlo? No he desayunado nada, me va a pegar mucho mas rápido con el estómago vacío.
No pasara nada.
Volví a beber de la botella, no sé como aguante tanto, la bebía como si fuera agua natural, dejándola a mitad de la botella.
Conecté mi celular al bluetooth del carro y puse música, busqué las canciones mas tristes que podía, quería llorar tanto que al día siguiente ya no me doliera esto.
Empezó a sonar una de mis canciones tristes favoritas y con ella empecé a manejar.
"Donde está el amor" de Pablo Alboran y Jesse & Joy empezó a sonar.
Tome mi celular, busqué a Dani en mi galería. Nuestras fotos, fotos que yo le había tomado a ella, ella sonriendo, riendo, ella dormida, ella comiendo, ella de copiloto.
"No hace falta que me quites la mirada Para que entienda que ya no queda nada Aquella luna que antes nos bailaba Se ha cansado y ahora nos da la espalda"
Bebí mas de la botella, ya ni siquiera ardía. Mis ojos estaban llenos de lágrimas y mi pecho dolía.
"¿Dónde está el amor del que tanto hablan? ¿Por qué no nos sorprende y rompe nuestra calma?"
Lágrimas tras lágrimas, bebía y bebía de la botella.
Mientras mas bebía, peor me sentía.
En mi mente solo estaba ella, Daniella.
La chica de la que siempre estuve enamorado, de la que suspiré miles de veces al verla sonreír.
Esa chica que me regaló su primer beso, su primer "noviazgo" y su primera vez.
Me dolía bastante pensar, solo quería borrarla de mi mente, no quería volver a verla.
Bebía y bebía, no sabía cuánto tiempo había pasado pero la primera botella se había terminado.
Quería más necesitaba más, mis movimientos eran torpes y la velocidad del carro era muy alta.
La botella rodó hacia el suelo y cayó abajo del asiento.
— Mierda – dije.
Trate de alcanzarla, pero no podía si estaba manejando.
Me desamarré y sin soltar el volante con la mano izquierda, me agaché para alcanzar la botella.
Cuando menos lo pensé, un árbol estaba frente a mí, no pude controlar el auto.
Todo se volvió blanco y no sentía mi cuerpo, mis ojos se cerraron.
