Capítulo #10: Vegas

1.5K 143 4
                                    

Sentí que mi teléfono zumbaba insistentemente en mi bolsillo mientras caminaba por el recinto de la familia menor, pero lo ignoré. Estaba furioso e intentaba poner en orden mis pensamientos. Llegué al pasillo en el que estaba mi habitación privada y enseguida me di cuenta de que la puerta estaba agrietada. Nop estaba de pie en el pasillo, con la oreja pegada al teléfono. Debía de ser él quien me llamaba, ya que el zumbido de mi teléfono cesó cuando él paró la llamada.

—¿Qué mierda está pasando? —grité. Me picaban las manos por golpear a alguien, por causarle daño. Que el cielo ayude a quien haya tenido la mala suerte de entrar en mi habitación sin mi permiso.

—Khun Vegas, por fin. —suspiró Nop.

—Que sea rápido. —ladré.

—Aquí, Khun Vegas. —me llamó una voz desde mi despacho.

Respiré hondo y Nop se estremeció cuando lo empujé y entré en la habitación que me era más familiar. Lo que vi fue una sorpresa, pero no del todo desagradable. El juego se había vuelto mucho más interesante. Ken estaba de pie a un lado de mi escritorio, con el arma desenfundada y apuntando a una cara con la que había soñado más veces de las que me importaba admitir. Pete iba vestido como un repartidor, con un mono brillante y una gorra de béisbol negra cubriéndole la cabeza. Supongo que eso explicaba el abandono de la furgoneta de reparto. Iba a tener que matar a quienquiera que le hubiera permitido burlar nuestra supuesta seguridad y entrar en mi despacho.

—Vaya, vaya, vaya, miren quién ha decidido venir a jugar. —dije, con una voz llena de encanto y una advertencia a la vez.

—Khun Vegas. —dijo Pete. ¿Había amenaza en su tono? ¿Quién era él para amenazarme en esta situación? Estaba claro que había sido él quien se había colado.

Ken mantuvo su arma apuntando al jefe de los guardaespaldas mientras me ponía al corriente de la situación.

—Oí que Pete venía a espiarte, así que me apresuré a venir, Khun Vegas. No estoy seguro de cuánta información ha conseguido aún, pero ha visto mi cara, así que...

Sonreí, sentándome en el borde de mi escritorio junto a Pete.

—¿Qué has hecho, eh? —dije con dulzura, como si estuviera sonsacando una respuesta a un niño. Cuando Pete no respondió, me abalancé sobre él, agarrándolo por el cuello y tirándolo hacia atrás en la silla mientras gritaba: —¿¡Qué mierda has hecho, Pete?!

Pete me fulminó con la mirada, pero mantuvo la boca cerrada. Así que quería intentar hacerse el héroe, ¿eh? Por suerte para él, yo era un excelente villano.

Le apreté el cuello una última vez antes de tirarlo a un lado. Pete tosió, frotándose el cuello mientras recuperaba el aliento.

—Nop, llévalo al sótano. —dije.

—Pero...

—¡AHORA!

Nop asintió, inclinando la cabeza mientras se movía para agarrar a Pete.

—Espera. —dije antes de que salieran de la habitación. Mirando a mi alrededor, encontré los objetos que había estado buscando. Esposé las manos de Pete a la espalda antes de encontrar el otro juguete que buscaba. A juzgar por la posición, alguien lo había movido. ¿Había estado Pete echando un vistazo a mi colección? ¿Le interesaba? No importaba. Le metí la mordaza de bola en la boca y se la abroché con fuerza en la nuca. Pete empezó a protestar por la intrusión de goma y le quité el sombrero para acariciarle el pelo.

—Ahorra energía, Pete. Aún no hemos empezado.

Nop se lo llevó a rastras y me volví hacia Ken.

—Nosotros no podemos dejarlo vivir, Khun Vegas. Conoce mi identidad.

I Get Heaven To Myself [VegasPete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora