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Han pasado tres días desde aquella comida con el lindo Omega de ojos azules y los trillizos han estado ocupados con sus respectivos trabajos.

Debido a que en un par de semanas será el inicio de un nuevo ciclo escolar, Marcel ha estado consumido en la creación de su planeación de actividades y temas para sus estudiantes universitarios, Edward ha tratado de entablar un nuevo trato con los distribuidores en america latina, mientras Harry termina con el rodaje de su última película para Marvel.

Pero hoy, Harry despierta con sus Alfas a sus costados, un calor placentero cubriéndolo y el pensamiento de unos profundos ojos cielo en la mente haciéndole sonreír con ensoñación. El actor ha decidido, justo esta mañana, que creerá aquel grupo de WhatsApp que tan casualmente el Omega menciono aquel día.

Harry trata de quitar con cuidado todas las extremidades de sus hermanos para poder alcanzar su celular en la mesita de noche, sin despertarlos en el proceso.

—Harry.-gruñe suavemente el mayor vagando entre el mundo de los sueños y el de los despiertos.

—¿Ya sonó la alarma?-pregunta Marcel estirándose en su lugar y girando para quedar completamente explayado en la cama de manera adorable.

Los hermanos comparten una alarma a las 7 de la mañana en días laborales, Marcel, que es el más rápido en cambiarse, suele levantarse a poner el café, posteriormente Edward comienza con las cosas básicas del desayuno, hasta que Harry baja listo y hermoso para terminarlo y alimentar a sus Alfas. Juntos salen por la puerta, comparten turnos para despedirse con un corto y dulce beso antes de subir a sus vehículos y dirigirse a sus respectivos trabajos. Rutina que han perfeccionado con los años. Hoy parece ser diferente cuando Harry pasa por encima del cuerpo de Marcel, toma su celular y regresa a su lugar en la cama, sentándose contra la cabecera.

—Aún no suena, Marcy.-responde el actor ignorando las notificaciones de Instagram y twitter para dirigirse a WhatsApp.

—¿Por que siguen hablando?-gruñe molesto el Alfa de largos rizos tomando la almohada debajo de su cabeza para colocarla sobre la misma en un pobre y dramático intento de bloquear el ruido.

—Vamos, Eddie, no seas gruñon.-molesta el menor antes de colocarse sus lentes y aventarse encima del cuerpo del mayor, el sonido de impacto vieja rápidamente por las cuatro paredes de la gran habitación.

—Marcel.-se queja Edward, un amenazante gruñido formandose en su garganta.

—No me gruñas, lobo malo.-reprende Marcel mientras muerde juguetonamente la oreja del mayor debajo de la almohada.

—¿Podrían comportarse? Estoy por crear el grupo con Louis para invitarlo a una cita.-interrumpe el trillizo del medio la suave pelea que sucede a su costado, Edward tratando de tomar los rizos de Marcel, sin ponerle mucho esfuerzo a su plan de defensa, para quitarlo de donde el Alfa muerde su oreja.

—¿Lo harás ya?-pregunta paniqueado Edward y sonando mucho más despierto que hace cinco segundos, el mayor literalmente salta en la cama tumbando al Alfa menor sobre el colchón, mientras él se incorpora sobre sus rodillas y trasero en sus talones mientras observando a Harry atentamente.

Marcel permanece teniendo sobre las sábanas con un puchero en el rostro al ser aventado de manera tan descuida por uno de sus Alfas, Sin embargo, el puchero pronto se convierte en sorisa al procesar las palabras dichas por Harry mientras él molestaba al mayor.

—Creo que deberiamos hablar un poco con él antes de soltar la bomba ¿No creen?-comenta el profesor ajustando sus anteojos sobre au nariz.

—Justo eso pensaba, además puede que este tan ocupado como nosotros.-asiente Harry comenzando a agregar sus contactos al grupo.

The heat where you layWhere stories live. Discover now