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Hoy es el día de la primera cita con Louis y decir que los Alfas están nerviosos es decir poco. Las suaves ondas musicales que se cuelan por las bocinas en la jeep de Marcel no es suficiente para calmar al trio de hombres ojiverdes, tampoco lo es el fuerte viento que se cuela por las ventanas con la esperanza de expulsar la pesadas y abrumadoras feromonas nerviosas del vehículo, mucho menos lo es el sonido rítmico del dedo del menor contra el volante o el rebote de la pierna del mayor con su incesante temblor ansioso que comienzan a volver loco a Harry.

—¡Deténganse!-gruñe el actor dejando de pellizcarse los nudillos de sus manos.—Antes de subir al auto solo estaba emocionado, pero saben como me afectan sus feromonas y ahora mírenme ¡soy un maldito desastre! y si no paran comenzaré a transpirar por los nervios y no pienso arruinar mi lindo outfit.-se queja Harry finalizando su breve discurso con una mueca irritada.

El golpeteo cesa y el temblor se detiene momentos después.

—Respiren, Alfas, todo va a estar bien.-trata de tranquilizar Harry desde el asiento trasero.

—No lo sabes.-suspira el profesor aún con la vista fija en el camino mientras el agarre en el volante se hace más fuerte.

Harry arruga el entrecejo.

—¿Qué tal si no nos acepta?-suspira el empresario jugando con sus largos rizos, dejando ver su aún existente nerviosismo.

—Aún nos tendremos.-Harry lo dice con obviedad.—Escuchen.-suspira.—Estoy feliz de que hayamos encontrado un Omega en el que todos estemos interesados por igual, que nuestros lobos reclamen como suyo, que sea tan lindo, amable, divertido, tenaz y súper talentoso, pero no quiero que olviden que somos una manada ¿si? Maldita sea somos Alfas puros, somos Styles no podemos comportarnos como bebes chillones antes de si quiera intentarlo, mamá Ann nos enseño mejor que eso. Además trataremos a Louis tan bien, lo cuidaremos y mimaremos como se merece que nos aceptará como sus Alfas.-declara convencido el rizado sintiendo como sus ánimos comienzan a subir al igual que el de los otros dos trillizos cuando el espeso olor se dispersa dejando sus agradables aromas perceptibles de nuevo.

Marcel y Edward comienza a sonreír suavemente, los tres Alfas hacen contacto visual rápidamente con cálidas sonrisas mientras asiente tratando de enviarse apoyo silencioso.

—Tienes razón, conquistaremos a nuestro lindo Omega.-asiente el empresario con la confianza invadiendo su ser otra vez.

—Por supuesto. Somos Alfas increíblemente atractivos, inteligentes, amorosos, realmente irresistibles.-exclama el Alfa menor con exagerada petulancia.

Edward y Harry miran al hermano pequeño con una ceja alzada y una mueca divertida en el rostro.

—Y dicen que el narcisista soy yo...-bufa el actor.

Los tres rizados rompen en carcajadas desaciendose de una vez por todas de la desagradable tensión dejando que sus lobos los tranquilizen al mismo tiempo que hayan comfort en la presencia del otro, en lugar del ambiente ansioso de momentos anteriores, comienzan una amena platica sobre planes para el cortejo, chistes que hace la panza de Harry doler, planes del viaje de trabajo que
Edward tiene programado en un mes, y claro Marcel recordándoles que en algunos días tienen la fiesta de su madre omega y que sus dos padres alfa y madre Alfa han tratado de comunicarse con los tres desde hace días paro los arrwglos del viaje a la casa de la playa donde se llevará acabo la celebración, los Alfas llegan al acuerdo de llamar a sus progenitores esa misma noche antes de que Marcel aparque la camiones justo en frente del hogar del castaño.

—Vaya, por un momento olvide que era millonario.-silba el Alfa de largos rizos al observar la mansión frente a ellos.

—Digno de una estrella ¿huh?-comenta el actor con una sonrisa antes de abrir la puerta d ela jeep y saltar fuera de esta para dirigirse a la cajuela.

The heat where you layWhere stories live. Discover now