6 Meses es mucho/poco tiempo.

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Sintiendo una fuerte punzada en su cintura, frotándose los cardenales de sus muslos y cadera mientras mascullaba algunos (muchos) insultos antisemitas y contra los pelirrojos, Erica intentaba ponerse de pie con bastante dificulta. Sentada a la orilla de la elegante cama y cubriendo su desnudez con la suave sabana -como la virgen María- meditaba cuidadosamente lo ocurrido esas ultimas 48 horas de total vulnerabilidad y regresando a la realidad actual tras escuchar los leves ronquidos del hombre al otro lado de la cama. 

Observó seriamente a su "pareja" alfa, luego hizo un gesto de odio, rápidamente -y cuidando de no hacer mucho ruido-, se metió al baño, se ducho, vistió y huyó. Al final de cuentas ya era costumbre, cada que tenía un celo terminaba acudiendo al judío o viceversa, si dependiera de ella se hubiese encerrado en su casa dopándose con inhibidores, pero el judío siempre jugaba sucio, sabía perfectamente sus fechas  y siempre la buscaba un día antes para arrastrarla a su lado, sin opción de poder negarse.

Una vez en su casa (la de su madre), se encerró en su cuarto y se lanzó a la cama. Ahora tenía que soportar ese rara angustia de haberse alejado del alfa. ¿Cómo era posible que tuviera sentimientos contradictorios al mismo tiempo? Estaba casi deprimida por no sentir el olor corporal del judío al mismo tiempo que le repugnaba al punto de solo querer arrojarlo de la cama con máxima violencia. No quería seguir teniendo sexo con ese hombre, pero le gustaba los fogosos días que pasaban juntos mientras estaba en celo. 

─¡MALDITOS INSTINTOS PRIMITIVOS! NO SOY UN ANIMAL, SOY SUPERIO A ESO...... 

Encolerizada procedía a arrojar las almohadas y peluches a todos lados, hasta que sentía que se cansaba de estar enojada y finalmente el agotamiento pos sexo regresaba, provocando un sueño profundo. 
Realmente no tenía mucha resistencia física, por mucho que su cuerpo pudiese dar marcha ininterrumpida de dos días para el celo, después de eso quedaba mas acabada que soldado que sobrevivía a una mina, luego de esto tendría que intentar evadir encuentros "casuales" con el pesado de Kyle.

Mientras se quedaba dormida, un enojado alfa marcaba a su celular con un mensaje donde le reclamaba que dejara las toallas mojadas en el suelo del baño y que no hubiese abierto la ventana para que no se acumulara humedad.
¿Para que enojarse? Sabía que Erica hacia esto con intención de provocarlo.
Arrojó su celular sobre la -ahora- perfectamente estirada cama, mientras se terminaba de vestir con su traje, tenía que volver a soportar la rutina de evasión de su escurridiza omega, era algo irritante, no podía entender como es que seguía negándose a aceptarlo como su pareja oficial, mas allá de si ella tenía o no su marca, llevaban casi medio año juntos, incluso tuvo una cuasi pelea con Heidi por marcar territorio.... eso realmente nunca se lo esperó, apostaba a que eso podría ocurrir con Wendy pero nunca contra Heidi. 

─¿Sigue siendo poco tiempo?─ Se cuestionó. Podría suponer que si, si solo se limitaran a citas, pero la cosa es que ellos ya tenían intimidad y no únicamente en sus ciclos.

Había llegado a pensar en proponerle directamente matrimonio, así Erica vería que iba en serio con ella, pero  ¿y si con eso la agobiaba y la hacía sentirse presionada? Además, aún no cumplía ni un año de divorcio, de cierta forma pensaba que Erica quería guardar algo de "luto" por su fallido matrimonio. 
Suspiró cansado. De todas formas no la vería hasta la próxima semana, -cuando ella bajara la guardia y dejara de jugar al escondite con él-, el problema era que la extrañaba, incluso dejaba las sabanas apartadas por dos días para que su lado alfa no se hundiera en la melancolía mientras aspiraba las feromonas omegas.  
Erica olía dulcemente fuerte, era el único dulce que podía "comer" sin morir en el intento, esa mezcla entre menta y chocolate, y debido a eso no podía evitar morderla para poder saborearla.
Kyle procedió a tomar asiento mientras acercaba las sabanas que sostenía con posesividad.
Estaba tan tentando a ir tras su omega, -como hizo hace 6 meses atrás-, además odiaba cada que ella huía de él, como si fuera un encontronazo esporádico para un simple polvo sin compromiso o como un criminal que había cometido adulterio y abandonaba al amante. ¿No podía esperar a que se despertara para despedirse? Kyle quería compartir un desayuno con ella y poder establecer un ambiente mas familiar entre ambos, después de todo él estaba seguro que estarían juntos en el futuro. Incluso ya había estado averiguando algunas casas para mudarse, quería saber que tipo de inmobiliario le gustaría a Erica, así que había hecho preguntas casuales sobre el tamaño de la casa, la cantidad de habitaciones, cantidad de baño, etc. Pero ella o daba detalles irreales o solo respondía <<─"¿Por que me preguntas?  ¿Y para que necesitas tantas habitaciones? Un solterón no necesita tanto espacio."─>>

Κοίτα με Άλφα |Mírame Alfa|Where stories live. Discover now