Marcas y cicatrices.

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<<"Leopold solo tenía 5 años cuando conoció a su tío Budd, era el hermano de su padre y por ende un orgulloso Stotch, también era alfa y eso era doble orgullo para la familia. Bastó una ojeada de su parte para que le dijera a todos que él sería un omega, desde ese día todos los miembros de la familia cambiaron su trato para con él, cambiaron sus actividades extras, acondicionadolo a ser alguien hogareño y familiar, el "omega perfecto".

Ya era bastante malo que su abuela lo tratara mal desde que se conocieron y que ahora sus amorosos padres hicieran igual, pero lo peor fue cuando su tío comenzó a "prepararlo parar servir a una alfa".... apenas había cumplido 8 años cuando fue masturbado por primera vez, no fue nada agradable y desde ahí tuvo mucho miedo de estar con Budd Stotch a solas. 

Debido a que como futuro omega era una victima constante de cualquiera que fuera "superior" a él, se le prohibió tener contacto con otros niños, comenzaron a educarlo en casa llegando a ser muy exigentes con cada acción y reacción que tuviese, cuando cumpliera la edad suficiente sería propuesto con alguna alfa que pagase bien por él.

Estaba triste, se sentía terriblemente solo, tenía miedo de todos y odiaba su cuerpo, odiaba ser "tan lindo y sensible" como solía decirle Budd. Odiaba a Budd, lo odiaba con todos su pequeño e inocente corazón. Leopold dejó de sonreír, ya no solía tener iniciativa, era mejor esperar a que le dieran la orden y obedecer....

Hasta que en la casa de al lado se mudó una nueva familia y apareció ella, una niña gorda, grosera, berrinchuda y muy mandona.

Erica Tenorman se había colado al jardín trasero con intenciones de robar frutillas del cultivo de su madre.

Esa mañana le tocaba regar el jardín y revisar que tanto habían ido creciendo las frutas, hasta que una ancha espalda obstaculizó su ruta hacia el invernadero, al girarse un rostro sucio con rastros de jugos de frutillas y la boca llena de la misma fruta lo miraron con desprecio. Tragó con rapidez comenzando a toser, preocupado se acercó a la niña invasora y con suaves palmaditas intentó ayudarla a despejarse, como muestra de agradecimiento le jaló del cuello de la camisa y le amenazó que si abría la boca le arrancaría el cuero cabelludo...">>

—Oh, buenas tardes Kenneth ¿no te toca trabajar hoy?

—¡No! ¡Ah! Buenos días señor Leopold, hoy el señor Tweak me a dado el día libre.

Charlotte y Butters se rieron.

—¿Señor Lepold? Que raro suena eso, Butters ¿no le has dicho que no sea tan formal?

—Es un muchacho educado, siempre se agradece interactuar con jóvenes con modales.

Por su parte Karen se lanzaba a los brazos de su hermano con efusividad, le encantaba cuando él la iba a buscar, solía ir a comprar algún dulce, desviarse hacia la plaza y pasar un rato en los juegos infantiles. Kenny fingía ser un monstruo marinos y ella era una pirata que lo enfrentaba con cañones mágicos.

Algo avergonzado Kenny intentó relajarse. Había algo que quería preguntarle al futuro tutor de su hermanita.

—Disculpe señor Leopold.

—¿Si?

Tener su atención sobre él, sentir su mirada fija en la suya, notar la diferencia de tamaños sin necesidad de intimidarse, rodearse del agradable aroma que emanaba ese alfa y además ser tratado tan respetuosamente, solo faltaba que se retirara el barbijo para poder sentir que toda su atención era únicamente para él.

—¿Kenneth?

Sintió su rostro arder, llevó su mano a su bufanda y procedió a cubrir la mitad de la cara, como siempre hacía, además notó como su aroma se escapaba de entre sus ropas y superaba al inhibidor de feromonas. "Mierda". Tenía que actuar rápido. 

Κοίτα με Άλφα |Mírame Alfa|Where stories live. Discover now