Perdóname, Amiga

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Lo que ocurrió en la cafetería solo fue el inicio de los acontecimientos posteriores: empujones en los pasillos, cosas "perdidas" (para no llamarlas como son, robadas), una mochila rota e incluso su casillero lleno de notas con palabras bastante desagradables.

Ya no solo eran las chicas que iniciaron eso, también de otros salones y uno que otro idiota que se aprovechaba de la situación.

No entendía por qué los profesores o las autoridades no le ponían un alto a estas personas. Supongo que no les importa o solo hasta que sea algo fuerte. Qué asco de gente.

Yo, por otro lado, también no hacía nada. Solo me mantenía al margen de todo.

Me doy asco por ser cobarde. No, no tengo miedo de que ellas la tomen contra mí. Me la suda. Es que no puedo acercarme, me tiemblan las piernas y además de que vivo con el miedo de poder empeorar las cosas para ella. Nunca he sido alguien que tome la iniciativa, ni siquiera por mí.

Para empeorarlo todo, ni siquiera he podido acercarme a consolarla, porque siempre que voy detrás de ella, Philip llega primero y logra sacarle una sonrisa. ¿Por qué ni él, siendo la persona más cercana que tiene, la ha defendido? Él jamás está cerca cuando ella pasa por eso.

Pensar en todo esto me da un dolor en la cabeza y pecho horrible.

No debería importarme, ¿No? No la conozco y ni siquiera hemos cruzado palabra, entonces... ¿Qué me pasa? ¿Por qué no puedo quitarme esa primera vez que la vi y su rostro de la cabeza?

Sé qué me dije a mí misma que me mantendría alejada de ella, pero no puedo. Viendo todo lo que pasaba estos días, llegué a pensar que era lástima, pero cada vez la veo en esos momentos de tranquilidad por los pasillos de la escuela o en la biblioteca me quedo inmóvil y mi pecho me duele, como una especie de ardor intenso. No puedo seguir ocultado que ella, para mí y físicamente, es muy hermosa.

Pienso que es bastante tonto solo estar atraído a alguien por su físico, tal vez por eso tengo un ansia de por fin hablarle y conocerla.

Lo único que sé, por esos momentos que me la encuentro, es que es algo despistada y torpe, además de que ama la lectura.

Me pregunto: ¿Le gustarán los libros de terror como yo? ¿Qué tipo de películas le gusta? ¿Le gusta la música? ¿Ama el helado como yo? ¿Le gustará la pizza con piña igual que a mí? ¿Qué le gusta hacer por la tarde? ¡Mierda! ¡Demasiadas preguntas tengo que hacerle!

Quiero conocerla, todo lo bueno y lo malo.

Jamás me había sentido así por alguien y se siente abrumador, aterrador y doloroso, pero me gusta.