"Hyunjin"
Unos muros demasiado altos para entrar, aunque su propósito era evitar que saliese, su estructura impedía que viera a través de el, olvidando casi por completo el sentir del olor primaveral que evocaba la estación. Era frío cual invierno.
Aquel encierro lo agobiaba día tras día, anhelando finalizar su condena.¿Acaso este no era demasiado castigo para el sucesor del trono?
Ya no lograba oír el cantar de aquellas maravillosas aves que hace tiempo habían dejado de llegar. Su infortunio era tan grande pero todo era por él. Maldijo haber causado tal desastre. Pero así era. Ese preciso instante que dejó de fingir quien era todo se desmoronó cual castillo de arena.
El precio había sido demasiado caro, había pagado con su ser, escondiendo hasta que llegase el momento, su pálido rostro bajo una máscara de fría porcelana, con una sonrisa de punta a punta fingiendo felicidad.Bajo la sombra de ese pesado castillo todo era tétrico. Solo unos cuantos rayos de luz lograban atravesar la estructura, alimentando en vida a un jardín de rosas rojas carmesí. Su brillo era lo único que brindaba armonía al grisáceo lugar, pero él las odiaba, le recordaban aquellos errores, los cuales consumían su memoria, atormentando a su inconsciente por las noches. Era tal cual el color de su sangre, que se había derramado por su culpa. Manchando sus blancas manos de un tinte rojizo que nunca lograría quitar.
Solía acabar con ellas cada que las veía, pero los guardias que atravesaban la fortaleza cada quincena volvían a colocar nuevas, solo para su tormento.
"Ordenes del rey"
Solían decir. Se había dado por vencido en ese caso y aprendió a solo observar con odio ese jardín, y morir por dentro cada vez que recordaba lo que significaba el color de aquellas rosas rojas.
La luna solía ser su compañera en sus noches de nobleza, ahora al caer el solsticio cerraba aquellas cortinas de seda bordada para evitar el brillo de culpa que emanaba.
Todo le recordaba sus acciones y consecuencias.
Cada noche sufría de espantosas pesadillas una tras otra, sin fin.El sol le recordaba lo que perdió a causa de él mismo, y de ser como era. Era un cruel aviso de que debía ocultarse ante todo, viviendo en tinieblas de angustia y tristeza.
Todo le recordaba lo que perdió.
Todo le recordaba lo que causó.
Ya no tenia regreso, ni tampoco futuro.Estaba atascado en un hoyo sin nadie que lo rescate, ahogándose lentamente con el pesar de su mente y corazón.
ESTÁS LEYENDO
The Truth Untold - HyunHo
RandomUn príncipe encerrado en un vacío castillo, preso por sus propios delitos, sin poder ver otra flor que no sean esas simples rosas rojas. Un caballero de otro reino que sólo tiene rosas azules, anhela hallar una rosa roja como relata su maravilloso l...