¤The Beach¤

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Creía que estaba con compañía, pero no fue así.

Resultó que, al llegar nuevamente al edificio en el cual me resguardaba, luego de haber jugado al 5♤, me encontraba solo.

Subí cinco pisos por escalera, maldiciendo por lo bajo el haber elegido ese piso para el resguardo, ya que los bajos serían demasiado fáciles de invadir y si sucede algo en los más altos no sería capaz de bajar a tiempo, además de que en los edificios en los que no se ejecutaban juegos, no había electricidad, claramente.

Por lo que iba a pata.

Llegué a un centro comercial, sí, un centro comercial, en el quinto piso de un edificio al azar, no pregunten. Me adentré por los pasillos hasta llegar a mi zona, la zona de los colchones; allí tenía una cama elegida que utilizaba todas las noches y demás cosas útiles, como un botiquín de primeros auxilios, botellas de agua, algo de comida que no necesitara del frío refrigerador y peluches.

Sí, los peluches también eran esenciales.

Oh, y caramelos, amo los ácidos, pero los intercalo entre esos y los masticables; mis favoritos son los de manzana, los verdes.

Que me voy.

Antes de tirarme como costal de papas en la cama, decidí dirigirme a uno de los baños a lavar mi cuerpo; había corrido poco, pero aquel salto mortal al borde del suicidio en el edificio me dejó destruido, además de que debía lavar la herida antes de que se infecte.

Me duché con agua casi hirviendo, costumbre mía la de utilizar esa temperatura, lavé mi cabello y cuerpo, siseando al sentir el agua y la espuma adentrarse en el profundo corte en mi brazo, para luego secarme con cuidado y colocarme unos bóxers, saliendo de los baños y caminando hacia la cama nuevamente.

Vamos.

Que estaba completamente solo en un edificio de unos diez pisos, podía tranquilamente caminar desnudo y nadie nunca lo sabría.

Me dirigí hacia el botiquín; luego de secar mi herida y cortar un poco el flujo de sangre al mantener presionado con la toalla, utilicé el agua oxigenada para desinfectarla, dejando escapar algunas lágrimas ante el infernal ardor que aquello me provocó, vendando mi brazo luego con las gasas y vendas, guardando todo y limpiando al finalizar.

Está bien que la sangre fuera bonita y toda la cosa, pero luego dejaba un olor feo si se secaba sobre ciertas superficies.

Caminé con cansancio y calma hacia el pasillo de ropa, riendo por lo bajo, era chistoso el cómo podría vestirme con una prenda diferente cada día en un mundo postapocalíptico, era un colmo demasiado gracioso; elegí unos shorts rosados y una camisa blanca, riendo de mí mismo luego.

Volví a la cama y bebí la mitad de una de las botellas de agua, decidiendo que esa noche no comería porque simplemente no tenía hambre, luego tomé una de las mantas y me recosté con cuidado, siseando nuevamente al sentir una punzada en mi brazo, me acomodé como pude y dejé que el abrazador sueño me apagara lentamente.

Sentí movimiento junto a mí durante la madrugada, además de sonidos de una presencia cerca, pero no fui capaz de despertarme debido a que estaba exhausto; lo último que logré captar fue el cómo la cama se hundía junto a mí y unos brazos me rodeaban, luego vi todo negro.

A la mañana siguiente desperté.

...

A quién engaño, cuando desperté eran eso de las cuatro de la tarde.

Me senté en la cama algo desorientado, bufando al ver que la sangre de mi brazo había manchado parte de la cama y mi camisa blanca.

"Gran elección de ropa" pensé, sarcásticamente.

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⏰ Last updated: Jan 12, 2023 ⏰

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Alice In Borderland x Male ReaderWhere stories live. Discover now