•Doce•

592 65 22
                                    

Después de todo lo que había pasado hace unos minutos y de lo que me había dicho. Que me hiciese esta pregunta me quitaba de nuevo la confianza. ¿Para qué se quería quedar a dormir? Y si se quedaba, era obvio que iba a querer dormir conmigo y no en una de las tantas otras habitaciones.

—¿Dormirías conmigo o en otra habitación? —pregunté para aclarar mis dudas.

—Contigo, por supuesto. —contestó con una sonrisa.

Ahora mi confianza de nuevo se había esfumado. ¿Y si quiere intentar conseguir algo conmigo cuando los dos estemos metidos en la misma cama? ¿Y si todo lo que me había dicho era mentira para luego poder salirse con la suya?

—No te voy a hacer nada, Felix. Solo es dormir y nada más. —rodó los ojos. —Deja de mirarme como si fuese un violador o algo por el estilo.
Parpadeé varias veces y me avergoncé por la manera en la que me quedé mirándole como si fuese una persona de la que nadie se puede fiar.

—Lo siento, es que me creo historias en mi cabeza. —respondí arrepentido.

Él ya me dejó todo claro hace unos minutos atrás. Tenía que confiar en sus palabras y dejar que me demuestre que él es realmente una persona que no obliga ni se aprovecha de nadie.

Además, si quería avanzar en mi amistad con Christopher, tenía que confiar en él sin dudas de por medio.

—Puedes quedarte a dormir. —acepté.

—¿Seguro? —me miró dudoso, creía que iba a cambiar de nuevo de opinión.

—Seguro, no hay problema. —asentí.

Lo que no me esperaba era que al llegar la noche y la hora de irnos a dormir, Christopher tuviese en sus planes abrazarme y darme mimos como si fuese un gato o perrito al que llevan sin darle amor años.

—Christopher, suéltame. —le pedí mientras intentaba apartar su pierna que estaba metida en medio de las mías.

—No quiero. —se negó a hacerme caso y me abrazó con más ganas.

—¡Así no voy a poder dormir a gusto! iMe vas a matar de calor! —me quejé como un niño pequeño.

—Puedo abrazarte de manera más delicada, pero no te voy a soltar.

Resoplé molesto por su actitud e intenté de nuevo apartarle. Pero cuando conseguía apartarle un poco, él volvía a pegarse a mi cuerpo.

—¿Por qué te quejas cuando esta misma tarde estabas entre mis brazos viendo una película? — preguntó con curiosidad, ya que no entendía mi actitud. —Eres una persona cariñosa y ahora no quieres mi amor. —hizo un puchero.

Me quedé quieto al ver la tierna cara que había puesto y no pude evitar sonreír y agarrar una de sus mejillas. Christopher podía ser muy sexy, pero de un segundo a otro también podía ser adorable.

—Soy cariñoso, pero tengo mis límites. Y puedo aceptar que me abraces, pero no a un nivel en el que parece que soy tu colchón. —expliqué y por fin logré que apartase la pierna que estaba entre las mías.

—Lo entiendo, perdona. —me abrazó con menos fuerza y me dejó un poco más de espacio. —Es que mañana de nuevo tengo que empezar a trabajar y no sé si vamos a poder vernos mucho.
Ni siquiera podremos hablar porque todavía no tienes móvil. Entonces como te voy a echar de menos, estoy intentando aprovechar el tiempo que estoy teniendo contigo. —aclaró.

Saber que sus cortas vacaciones habían terminado me ponía muy triste. Si tan solo le hubiese conocido un poco antes, podría haber pasado con él más días de sus vacaciones.

No me gustaba su trabajo. Aparte de que lo que hacía no me parecía agradable, los horarios que él tenía no eran los ideales como para poder vernos y pasar una tarde o noche juntos.

—Me encantaría que tuvieses otro trabajo. — comenté mientras pasaba mi mano por su suave pelo.

Christopher suspiró pero no añadió ni una palabra.

—Me contaste que estudiaste diseño, ¿verdad? —dije para cerciorarme de que no estaba equivocado.

—Sí, para diseñador de moda. —afirmó.

Con ello me quedé un poco pensativo, tal vez podría...

—Oye, Lix. —interrumpió mis pensamientos. —
¿Cuándo vas a solicitar mis servicios? —Dijo con una mirada pícara.

Por la vergüenza que esa pregunta me dio, lo primero que hice fue darle un golpe en el brazo y él rio en respuesta.

—¡No quiero tener sexo telefónico! Me parece algo raro y poco placentero. —hice una mueca.

—Bueno, es verdad que para muchas personas el sexo telefónico es poco placentero, pero hay otras muchas que lo disfrutan. A lo mejor tú eres una de esas personas, y ahora que ambos nos conocemos podemos imaginarnos mejor las cosas. —seguía con esa mirada llena de picardía, y que estuviese tan cerca de mí no ayudaba nada.

—No quiero, gracias. —negué con fingido asco. — Además, no lo disfrutaríamos porque al ser amigos sería raro.

—Tal vez nos gusta, no puedes decir lo que pasará si ni siquiera lo has probado.

En eso tenía razón. No podía saber si me gusta o no si no me dignaba ha probarlo alguna vez.
Aunque siendo totalmente sincero, si tenía que tener algún tipo de sexo con Christopher, prefería que fuese sexo real y no a distancia y con un teléfono en la mano.

—Lo siento, pero soy más de sexo real. —volví a negarme.

—Lo tendré en cuenta para un futuro, Felix.

Sabía que lo había dicho de broma y para molestarme. Pero esa respuesta me había puesto demasiado nervioso y sin saber qué responder. Así que lo único que hice fue darle otro golpe en el brazo, reír para deshacerme un poco de la tensión mezclada con nervios que estaba sintiendo y esconder mi cara en su cuello para ocultar cualquier rastro de vergüenza.

 Así que lo único que hice fue darle otro golpe en el brazo, reír para deshacerme un poco de la tensión mezclada con nervios que estaba sintiendo y esconder mi cara en su cuello para ocultar cualquier rastro de vergüenza

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
𖤜 Línea Erotica | ᶜʰᵃⁿˡⁱˣWhere stories live. Discover now